El equipo de análisis de la agencia calificadora de riesgo S&P Global Ratings revisó los resultados electorales que le dieron la Presidencia de Colombia al candidato del Centro Democrático, Iván Duque y sus implicaciones en términos económicos y crediticios.
En un informe conocido por Valora Analitik se señala que el desempeño fiscal y externo jugará un papel importante en la evaluación de las calificaciones en Colombia bajo la nueva administración de Duque.
Allí se destacan varios factores, entre ellos, que después del golpe a los precios mundiales de los productos básicos y a los ingresos del petróleo hacia Colombia en 2015, sus déficits fiscales se ampliaron; el déficit del gobierno general aún no ha regresado a los niveles promedio de -0.4% del PIB reportados entre 2012-2014.
Esto, junto con un deterioro en el perfil externo del país, llevó a la firma a bajar la calificación soberana en diciembre de 2017. Las calificaciones de crédito del emisor en moneda extranjera se redujeron a ‘BBB- / A-3’ por una flexibilidad de política más débil, mientras el Outlook permaneció en estable.
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Según el recuento de S&P, Colombia perdió alrededor del 3% del PIB en ingresos fiscales relacionados con el petróleo luego de que el precio del petróleo cayera a fines de 2014.
Para compensar parcialmente esta pérdida, el gobierno aprobó una reforma fiscal en 2016 (efectiva en 2017) que incluía un aumento de la tasa del 3% en el impuesto al valor agregado (IVA), una reducción en impuestos y esfuerzos para mejorar la administración tributaria en los próximos años.
Sin embargo, a pesar de esto esfuerzos, dijo la firma, el gobierno tuvo que depender considerablemente de los ingresos puntuales para reducir su déficit fiscal para cumplir su objetivo presupuestario en los últimos años.
Los analistas de S&P advirtieron sobre las rigideces de gasto, especialmente aquellos derivados de la salud, la educación y las pensiones, junto con los gastos asociados con la paz acuerdo, que limitan la capacidad del gobierno para recortar gastos.
“Nuestro escenario base es una caída continua y lenta en el déficit del gobierno general de Colombia en medio del crecimiento moderado del PIB y el compromiso del gobierno de contener el deslizamiento fiscal”, cita el informe.
Espera que la deuda neta del gobierno general de Colombia alcanzará el 38% del PIB a fines de 2018, lo que representa un aumento de 10 puntos porcentuales del PIB en comparación con hace una década, mientras que su carga de interés llegaría al 13% de los ingresos del gobierno.
Al respecto dijo que “esta mayor carga de la deuda resalta la reducida flexibilidad y capacidad disminuida de Colombia para absorber choques fiscales negativos.
¿Cómo evalúa la posición externa de Colombia?
En la respuesta a esta pregunta, S&P dijo que la posición externa del país, que limita la calificación, se debilitó en los últimos años debido a grandes déficits en la cuenta corriente, que contribuyeron a un fuerte aumento de la deuda externa neta reducida.
Colombia también sigue siendo vulnerable a los términos de intercambio volátiles, advirtió la agencia.
Estos factores, agregó, debilitan la resiliencia de las cuentas externas de Colombia y eleva la vulnerabilidad de la economía frente a shocks externos.
“El ritmo al que se recupera el déficit de cuenta corriente y la base de exportaciones de Colombia desde el final de la bonanza de los productos básicos afectará la probable mejora en su perfil externo en los próximos años”, cita el documento fechado en México.
Con respecto al déficit de la cuenta corriente expresó que en 2017 cayó al 3,4% del PIB desde el reciente máximo del 6,4% del PIB en 2015, principalmente debido a un aumento del 14% en las exportaciones.
De su parte, la inversión extranjera directa (IED) alcanzó el 4,7% del PIB en 2017, impulsando las reservas internacionales y ayudando a fortalecer los indicadores de liquidez externos de la economía nacional.
S&P espera que el déficit en cuenta corriente disminuya al 3% del PIB en 2018 y al 2.5% en 2021.
Sin embargo, una mejora sostenida y adicional en el perfil externo de Colombia dependerá, en su concepto, de crear una base de exportación más diversificada y creciente, lo que también podría disminuir la volatilidad en los términos de intercambio del país.
En su perspectiva, Colombia mantendrá su historial de consenso político en todos los partidos a favor de políticas orientadas al mercado, pragmáticas y predecibles y una ejecución de políticas acertadas.
“Esperamos que la administración de Duque emprenda medidas correctivas, según sea necesario, para mantener una política fiscal predecible y moderada”, concluyó.[/content_control][login_widget]
Las advertencias de S&P para la Colombia que recibe Duque (primera parte)
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