Luego de tres años de haberse fundado, Monastery se ha consolidado en el segmento de marcas de lujo mundial. El éxito de la empresa colombiana le permitió tener una facturación de $45.000 millones en 2023.
En la actualidad, ha llegado a siete países. Entre sus clientes se cuentan los futbolistas colombianos James Rodríguez, Radamel Falcao y Juan Guillermo Cuadrado; el jugador estadounidense de Baloncesto Jimmy Butler, y el piloto colombiano de automovilismo Óscar Tunjo.
“Tarde más de tres años en crear esta marca, buscando la perfección en todos sus detalles, desde la manufactura hasta la experiencia de compra. Durante ese tiempo, realicé varios viajes a Europa y China, para encontrar a los grandes proveedores de la industria”, asegura Pedro Castellanos, cofundador y CEO de Monastery.
La apuesta de la marca, dice, es mostrar “un estilo de vida cargado de glamour y exotismo juvenil”.
La apuesta de Monastery
Para posicionarse, además de buscar la calidad en cada detalle, Monastery también echó mano de una agresiva campaña de mercadeo.
Recomendado: Las características más buscadas para altos cargos directivos en las empresas
“En principio partimos haciendo la producción de un video en espacios inimaginables donde había carros y objetos de lujo, se publicó en diferentes redes sociales y esto llamó la atención de nuestros primeros clientes”, recuerda Castellanos.
A eso le siguió realizar eventos privados y a patrocinar carreras de rally, entre otros.
Esa apuesta le ha permitido a Monastery posicionarse en el mercado de ropa de lujo. Según el informe Luxury Apparel Market Size 2020 – 2025, de Global Data, el tamaño de este sector era, en 2020, de US$109.200 millones con una tasa de crecimiento anual compuesto del 11 %.
La meta de Monastery es para cerrar 2023 con una facturación de más de $100.000 millones.
Además, dice Castellanos, la empresa está impulsando una estrategia de innovación digital. Para esto, decidieron sacar su propio NFT en el Metaverso con prendas de la marca.
