Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo (BCE), dijo que la entidad espera que la inflación ceda este año en Europa. Sin embargo, esto no significa, señaló, que sea momento de discutir una reducción en las tasas de interés.
Lagarde dio estas declaraciones en la rueda de prensa que siguió a la reunión del Consejo de Gobierno del BCE. En esta, se determinó que las tasas de interés en Europa se mantengan en el mismo nivel en enero.
El Banco Central Europeo define tres tipos de interés claves: la tasa de interés de las operaciones principales de financiación, la de la facilidad marginal de préstamo y la facilidad de depósito. Estas se mantuvieron en 4,50 %, 4,75 % y 4,00 %, respectivamente.
El camino a la inflación del 2 % en Europa
El Banco Central Europeo, dijo Lagarde, ha mantenido una política restrictiva con miras a llegar a una inflación del 2 % en Europa. Y, a juicio de la ejecutiva, “la información que hemos recibido ha confirmado nuestra perspectiva de la inflación en el mediano plazo. Aparte del efecto ascendente relacionado con la energía en la inflación general, la tendencia a la baja en la inflación subyacente continúa”.
Sobre por qué, entonces, se mantuvieron las tasas de interés, Lagarde dijo que los miembros de la junta del BCE consideraron que las tasas están en un nivel que, manteniéndolo por tiempo suficiente, “tendrá una contribución substancial a la meta”.
En diciembre, la Zona Euro la inflación tuvo un alza al 2,9 %, dado que “algunas de las medidas fiscales pasadas para amortiguar el impacto de los altos precios de la energía se eliminaron de la tasa de inflación anual, aunque el rebote fue más débil de lo esperado”, explicó.
La inflación de los precios de alimentos bajó al 6,1 %. La inflación sin energía y alimentos disminuyó al 3,4 %, por una caída en la inflación de bienes al 2,5 %. Y la inflación de servicios se mantuvo en el 4,0 %.
Aun así, dijo, “continuará una política monetaria restrictiva para frenar la demanda”. Por ello, en varios momentos de la conferencia, Lagarde insistió en que, en el Consejo de Gobierno del BCE, hay consenso en que es muy pronto para hablar de un recorte en las tasas.
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Qué esperar de la economía en 2024
Al ser esta la primera reunión del BCE, Lagarde también dio a conocer las expectativas frente a la economía en 2024.
Para empezar, resaltó que, en el último trimestre de 2023, hubo un estancamiento económico y que este, según la información disponible, “continúa con señales de debilitamiento en el corto plazo. Sin embargo, hay indicadores que señalan un aumento en el crecimiento hacia adelante”.
Ahora, hay una preocupación respecto a que haya una economía global más débil de lo esperado o un debilitamiento mayor del comercio mundial. Esto, por las tensiones geopolíticas en Europa (con la guerra de Rusia contra Ucrania) y el conflicto en Medio Oriente, animado por la guerra de Israel en Gaza.
Sobre la inflación en Europa, las miradas están en Medio Oriente. Las tensiones allí, y la profundización de estas, podrían llevar a mayores costos de la energía en el corto plazo. También, si hay un aumento más alto de los anticipados en los salarios o si los márgenes de beneficio son más resistentes.
El panorama de una inflación en Europa a la baja se daría si hay una reducción más de lo esperado en el consumo como efecto de la política monetaria. O si “los precios de la energía evolucionan de acuerdo con el reciente cambio a la baja en las expectativas del mercado sobre la futura trayectoria de los precios del petróleo y el gas”.
“Nuestras futuras decisiones aseguraran que nuestra política monetaria esté en los niveles restrictivos tanto como sea necesario”, concluyó Lagarde una rueda de prensa ampliamente esperada.
En el siguiente enlace, la conferencia completa de Christina Lagarde:
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