La Financiera de Desarrollo Nacional (FDN) informó que culminó exitosamente la emisión de títulos por $131.350 millones para la financiación de la adquisición de la flota de Transmilenio Fase I y II para el Patio Calle 80. Los títulos fueron sobre demandados 1.6 veces.
La transacción fue estructurada por la FDN y la banca de inversión Bonus y se realizó en el segundo mercado, con una participación de una base diversificada de inversionistas, donde sobresalen aseguradoras y fiduciarias.
La estructura tiene como fuente de pago los flujos de caja futuros en los que se materializan los derechos, privilegios y beneficios de orden económico, a favor del concesionario, que se derivan del contrato de concesión para la provisión de la flota celebrado entre el Concesionario Patio Calle 80 y TransMilenio S.A. Así mismo, la estructura cuenta con una línea de liquidez contingente de la FDN hasta por el 12% del total emitido que cubre los faltantes de caja para el pago del servicio de la deuda y los gastos de sostenimiento de la emisión.
Es la primera vez en Colombia que se realiza una titularización que cumple con los criterios de elegibilidad establecidos en los Sustainability Bond Guidelines2018, promovidos por la International Capital Market Association (ICMA).
Sustainalytics, líder mundial en investigación, calificación y análisis de gobernanza corporativa en cuestiones ambientales, sociales y estrategias de inversión responsables, fue la entidad que emitió una segunda opinión validando el cumplimiento de los principios de bonos verdes y bonos sociales, toda vez que los recursos de la financiación están direccionados a actividades que contribuyen a la prevención y control de la contaminación, al transporte limpio y mejoramiento de la infraestructura básica asequible.
Alianza Fiduciaria es el agente de manejo de la transacción y Alianza Valores y Credicorp Capital fueron los agentes colocadores.
Con el fin de minimizar el riesgo de la operación e incentivar la mejor calidad en la prestación del servicio, el nuevo modelo de concesión para la fase I y II de Transmilenio, separó el proceso de contratación en dos componentes: la compra y provisión de flota, por un lado, y la operación y mantenimiento de la flota y patio-talleres por el otro.
Bajo el nuevo modelo se buscaba especialización, conocimiento y eficiencia tanto en la compra de buses como en su operación y mantenimiento, así como la administración de los patio-talleres; adicionalmente, buscaba minimizar el riesgo de la operación, mejorar la calidad del servicio para los usuarios, facilitar la consecución de financiación para la adquisición de la flota y garantizar la sostenibilidad del sistema.
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