La actividad industrial en Brasil cayó un 4 % año a año en diciembre o 1,7 puntos, hasta alcanzar 40,7 puntos desde los 42,4 puntos del año anterior, dijo la Confederación Nacional de la Industria (CNI) hoy.
La actividad cayó 7,6 puntos mensuales, por debajo del punto de referencia de 50 puntos por tercera vez en cuatro meses.
En comparación con diciembre de 2017, la mitad de los indicadores de actividad se deterioró, incluido el empleo.
La utilización de la capacidad instalada fue del 65 % en diciembre, una baja de 4 % con respecto a noviembre, pero la más alta en diciembre en los últimos cuatro años, mencionó el CNI.
La confederación observó que el resultado de diciembre estaba en línea con las tendencias estacionales habituales.
Agregó que los inventarios cerraron 2018 a un nivel por debajo del año anterior, lo que sugiere que la producción aumentará en los próximos meses para compensar ese nivel.
En cuanto a las barreras para hacer negocios, el 47,6 % de las empresas señaló la alta carga fiscal. La demanda interna insuficiente ocupó el segundo lugar con un 31,1 %, y el tercero fue el alto costo de las materias primas con un 23 %.
La tasa de crecimiento interanual de los índices de expectativas se desaceleró, pero el subcomponente de demanda superó notablemente los 60 puntos por primera vez desde abril de 2013.
El total de exportaciones aumentó al más alto en la serie mensual, que comenzó en febrero de 2010.
Y, las expectativas para la compra de materias primas y el total de empleo se incrementaron a los niveles más altos desde principios de 2013.
El total de inversión también aumentó por cuarto trimestre consecutivo.
«Los industriales son optimistas sobre el inicio de 2019, anticipando un aumento en la demanda, exportaciones, compras de materias primas, contratación e inversión», dijo la CNI.
En general, el sector industrial sigue estando limitado por una actividad económica lenta, cierta incertidumbre política y las condiciones financieras.
Pero las expectativas para el primer trimestre han mejorado claramente, lo que sugiere un buen punto de partida para el año.
Al final, mucho dependerá del presidente Jair Bolsonaro. Se espera que su nuevo gobierno ponga en marcha medidas promercado que probablemente serán acogidas calurosamente por las empresas.
Eso podría llevar a cierto optimismo a corto plazo, pero el plazo más largo dependerá de cómo Bolsonaro forme su respaldo en el Congreso y qué tipo de políticas se implementan realmente.
(Reporte especial de CEEMarketWatch para Valora Analitik)