El banco estadounidense JP Morgan Chase ganó US$12.000 millones en el primer trimestre de 2023, sorteando con éxito la tormenta bancaria que azotó al sistema financiero tras la caída de Silicon Valley Bank y Signature Bank.
Los beneficios de JP Morgan crecieron 52 % frente al mismo período del año inmediatamente anterior, hasta poco más de los US$12.600 millones, según reflejan los resultados publicados este viernes.
El volumen de depósitos de la entidad también repuntó agregando US$37.000 millones hasta los US$2,4 billones en total, informó la compañía, mostrando así la seguridad en su operación.
Los ingresos de la compañía, a su vez, aumentaron 25 % en comparación con el mismo período del año anterior y sumaron US$38.349 millones al cierre de marzo de 2023.
Así las cosas, JP Morgan explicó que gran parte de sus ganancias se explicaron por esta mayor actividad y por el incremento en la tasa de interés de Estados Unidos.
La Reserva Federal lidera esta cruzada de la tasa de interés para frenar la inflación. Actualmente, el rango oficial de la tasa de interés está entre el 4,75 % y el 5 %.
“Nuestros años de inversión e innovación, nuestro vigilante marco de riesgos y controles, y nuestro sólido balance nos han permitido obtener estos rendimientos”, explicó Jamie Dimon, consejero delegado y presidente de J.P. Morgan, citado por el medio especializado Bolsamanía.
El directivo de JP Morgan agregó que esta solidez les permitió “actuar como un pilar de fortaleza en el sistema bancario y estar al lado de nuestros clientes en un periodo de gran volatilidad e incertidumbre”.
Tras conocerse los resultados, la acción de la compañía financiera repuntó cerca del 6 % en el previo al inicio de la sesión de este viernes en Wall Street.
La economía estadounidense goza de buena salud, dice J.P. Morgan
Jamie Dimon, consejero delegado y presidente de JP Morgan, también señaló que la economía estadounidense continúa gozando de buena salud y que la situación bancaria es diferente a la crisis experimentada en 2008.
“Los consumidores siguen gastando y tienen balances sólidos, y las empresas están en buena forma”, dijo Dimon, quien recalcó que siguen presentes algunos “nubarrones”.
Sobre la crisis bancaria reafirmó que “es distinta de la de 2008, ya que ha implicado a muchos menos agentes financieros y menos problemas por resolver”.
No obstante, afirmó que “es probable que las condiciones financieras se endurezcan a medida que los prestamistas se vuelvan más conservadores, y no sabemos si esto frenará el gasto de los consumidores”.
