El empresario vallecaucano, Jaime Gilinski, detalló cómo fue el proceso durante los últimos años para la adquisición de Nutresa, la compañía de alimentos más relevante de Colombia, que hace algún tiempo hacía parte del Grupo Empresarial Antioqueño (GEA) junto con los holdings Sura y Argos -los cuales también adelantan actualmente una escisión-.
En una entrevista con el diario La República, Gilinski resaltó que el objetivo final del negocio se cumplió: demostrar que las compañías, de manera independiente, podían llegar a tener más valor que el que registraban unidas.
“Yo regresé a Colombia en 1980, después de terminar mi maestría en Harvard y venía con la idea de buscar adquirir compañías y de alguna manera, a través de eso, crear asociaciones con empresas internacionales”, introdujo el empresario.
En 1987, cuenta, el Grupo adquirió Inextra, en Medellín, de la mano de P&G, un socio que trajo en ese momento. “Luego adquirimos Bombril, de una empresa internacional y así a través del tiempo fui creciendo en adquisiciones. Luego la compra del Banco de Colombia, luego Sudameris, HSBC”.
“Toda la vida he soñado y cuando era niño soñé que quería el Banco de Colombia y lo logré. Estuve en esa compañía hasta 1997 y luego se convirtió en el principio de lo que es hoy Bancolombia”, expuso.
En contexto, es importante mencionar que, en 1994, Jaime Gilinski y un grupo de inversionistas institucionales adquirieron el Banco de Colombia en una privatización. En 1997, la familia vendió el Banco de Colombia al Banco Industrial Colombiano.
Nutresa: de un sueño a una realidad para Jaime Gilinski
Gilinski también resaltó que siempre soñó con Nutresa “porque desde pequeño ayudé a mi padre y mi tío a fundar Yupi, entonces conocía bien el sector de alimentos”.
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“Realmente lo del Grupo Nutresa y Grupo Sura lo empecé a mirar hace unos cinco años. Veía que Sura, Argos, Nutresa y Bancolombia son las empresas, sin lugar a dudas, más importantes de Colombia, muy bien manejadas, con muy buen talento y que han generado un crecimiento exponencial en sus negocios”, destacó.
Sin embargo, para Gilinski eran empresas que tenían -para la época de la pandemia- un valor en el mercado cercano a los US$5 billones o US$6 billones, cuando en el 2012 habían tenido un valor de US$28 billones.
“Entonces al haber esa gran diferencia empecé a estudiarlas, quería entender cómo eran y sin lugar a duda, Nutresa era una compañía espectacular, que tenía una gran diversificación de productos y geografías y de oportunidades”, apuntó.
Eso le tomó tres años, pero cuenta que se ha logrado demostrar “y lo podemos ver hoy perfectamente, que Argos y Sura están haciendo su escisión, es que lo que se ha generado otra vez es cercano a los US$28 billones de valor. Y la explicación es que lo que se logró con las OPAs fue una oportunidad de demostrar que las compañías independientes podían valer más que unidas y los números lo han probado”.
En todo el proceso para adquirir Nutresa, Gilinski no recibió algún tipo de asesoría externa, sino que todo el análisis se realizó junto con su hijo Gabriel.
“Teníamos pocos asesores y no teníamos un banco de inversión detrás, algunas butiques que ayudaban en muchas áreas específicas, pero mucho del trabajo lo hice yo. Soy de los que me gusta mirar los estados financieros, analizar cada punto y contrato, me gusta entrar en el detalle. Me gusta cuidar cada centavo, los millones también se cuentan, pero el centavo es el que hace la diferencia”.
¿Por qué buscaron también Sura?
Con respecto a las OPAs posteriores que se lanzaron por Sura, Gilinski contó que la idea inicial era solo con Nutresa, que fue la primera OPA.
“Yo tenía la convicción de que si se lograba llegar al 51 % de Nutresa, o más, el tener el manejo nos permitía generar mucho valor a largo plazo. Luego en el camino entramos en el proceso por Sura, eso no lo tenía yo identificado en el principio, fue entrando en el proceso de las OPAs que me di cuenta de lo complejo que era la estructura que existía”, comentó.
De acuerdo con Gilinki, se tenía que entrar por Nutresa que era la empresa que en ese momento tenía el 13 % de Sura, “pero era muy difícil entrar por Sura y no tener Nutresa”.
“Donde terminamos no fue donde inicialmente pensábamos. Todo terminó en un acuerdo que fue bueno para todas las partes. Y al final del día nos quedamos con una gran compañía, que tiene una gran proyección internacional. Tengo una visión global de Nutresa y la vamos a llevar a ser la compañía colombiana más global, no solamente en Centro y Sur América sino también en otras partes del mundo”, finalizó.
