El banco de inversión estadounidense J.P. Morgan analizó algunos indicadores de la economía colombiana, especialmente el déficit de la cuenta corriente.
De acuerdo con la firma, de cara al futuro, se proyecta que el déficit en cuenta corriente sea del 2,6 % del PIB para 2024 y seguirá estable desde el inicio del año.
Sin embargo, prevé que el saldo básico regrese a territorio negativo a medida que se desacelere la inversión extranjera directa (IED).
“Nuestro escenario base es que el crecimiento se consolide en la segunda mitad del año”, afirmó J.P. Morgan.
Para que lo anterior ocurra, afirma que se deben impulsar las importaciones para que el déficit de cuenta corriente genere US$10.300 millones lo que debería representar el 2,6 % del PIB.
En cuanto a la IED, espera que las entradas se moderen, en particular las relacionadas con petróleo y minería. “Nuestra línea de base supone que la IED neta registrará US$8.200 millones para todo el año 2024”, señalan.
Cabe mencionar que en el consolidado entre enero y diciembre del 2023, Colombia recibió US$13.068 millones por Inversión Extranjera Directa.
Cifra que superó por más de US$1.800 millones, a la que se reportó en el mismo periodo de tiempo del 2022 que fue US$11.262 millones. Una variación anual de 16 %.
La entidad agregó que: “se prevé que el saldo básico (balanza en cuenta corriente más flujos netos de IED) registre un déficit del PIB del -0,5 % en 2024, revirtiendo el superávit del 1,8 % registrado en 2023”.
Recomendado: Grupo Aval redujo ganancias en 2023, pero elevó retorno sobre inversión
Resultados del 2023 según J.P. Morgan
El déficit de cuenta corriente registró un déficit de US$2.300 millones en el cuarto trimestre de 2023, equivalente al 2,3 % del PIB.
En el trimestre, J.P. Morgan informó que el déficit se redujo un poco más de lo previsto, aunque en línea con el desempeño observado en el último trimestre.
Así, el desequilibrio externo registró una compresión importante durante todo el año y convergió a US$9.700 millones, o el 2,6 % del PIB. Eso implica una corrección del 3,7 % del PIB en cuatro trimestres.
“El déficit trimestral se explicó por la salida de rentas, que se mantuvo relativamente estable a lo largo del año (US$3.600 millones) seguida por el comercio de mercancías y servicios, por US$1.900 millones y US$300 millones, respectivamente.
En el lado opuesto, las transferencias también continuaron generando un flujo estable, de US$3.600 millones en el último trimestre de 2023.
La distribución de la IED por actividad económica muestra que la minería y el petróleo captan casi el 34 % de las entradas, seguidas por los servicios financieros y empresariales (18 %) y la industria manufacturera (18 %).
En cuanto al tipo de aporte de capital, se estima que, del total de IED recibida en el período analizado, el 52,6 % correspondió a participación de capital, el 30,9 % a reinversión de utilidades y el 16,5 % a deudas intercompañías entre entidades con relaciones de inversión directa.
—