El Foro de Transporte Internacional (ITF, por sus siglas en inglés), que tiene como norte trabajar a favor de políticas de transporte que mejoren la vida de las personas, cree que es posible que ciudades de América Latina y el Caribe pueden tener menos congestión.
Según su secretario general, Young Tae Kim, es posible que haya una transformación en este frente, pero hay diversas claves para lograrlo.
Entre estas, avanzar en materia de transporte público y en puntos como movilidad ligera, concepto que es explicado en este entrevista del directivo con Valora Analitik.
Las ciudades siguen creciendo y, por ejemplo, Bogotá aparece entre las que tienen peor tráfico. ¿Se puede pensar en que estas tengan menos congestión?
Por supuesto que la gente en las grandes ciudades siente frustración cuando se queda atrapada en el tráfico.
Cuando estás en un carro esperas ser más rápido que una bicicleta. Pero con las vías tan congestionadas ves que pasan y te dejan atrás.
Estoy convencido de que las ciudades de América Latina y el Caribe pueden transformarse y tener menos congestión. El factor crítico para llegar a ese punto es un transporte público accesible.
Como complemento de esto, llamo su atención sobre el rol de los vehículos pequeños, ese gran espectro que compone la movilidad ligera.
La movilidad ligera debería convertirse en una parte más integral de cómo nos movemos en las ciudades.
El ITF está promoviendo que las autoridades ofrezcan incentivos para sustituir vehículos más grandes por modelos más pequeños, pues estos reducen presión sobre la infraestructura y los recursos que se requieren para satisfacer la movilidad de los ciudadanos.
¿Según el ITF, todos deberíamos comprar carros pequeños, en lugar de vehículos grandes?
La movilidad ligera incluye micro-autos, pero también ciclomotores, bicicletas eléctricas, bicicletas tradicionales y las scooters o patinetas.
En América Latina, las motocicletas y bicicletas se han vuelto extremadamente populares, especialmente después de la pandemia de Covid-19.
Y también vemos a la industria generar ideas creativas para ofrecer vehículos pequeños, ágiles y accesibles permanentemente.
Entonces, ¿pronto estaremos todos circulando en monociclos?
No todas las opciones de movilidad ligera están disponibles en todas partes, puesto que algunas dentro de ese gran espectro no cuentan con la aprobación de los reguladores.
También está la cuestión de la infraestructura, pues para moverse con seguridad se necesita espacio.
Algunas ciudades apenas están comenzando a adaptar el espacio público y el trazado de las calles de manera que protejan a los usuarios de los vehículos más pequeños.
¿Se trata solo de la infraestructura o los vehículos ligeros son más peligrosos?
Los vehículos más pequeños y ligeros son parte de la solución, no del problema. Durante aproximadamente 100 años, las ciudades han sido diseñadas principalmente para los automóviles.
Pero eso está cambiando ahora en la dirección correcta, como hemos visto con la regulación de menores límites de velocidad, así como la infraestructura desplegada durante los últimos años en ciudades como Bogotá, que fue impulsada durante la pandemia, llegando a más de 600 kilómetros de carriles para bicicletas en la actualidad.
Necesitamos crear las condiciones que hagan que viajar con estos vehículos pequeños sea seguro. Algunas ciudades como Lagos en Nigeria han intentado prohibir las motocicletas.
Eso priva a muchos ciudadanos de una movilidad asequible que ocupa mucho menos espacio en la ciudad que conducir un auto.
¿Cuál es sería su consejo, entonces? ¿Cómo hacer que la movilidad ligera sea una opción que la gente adopte?
Cada ciudad debería tener su propia conversación sobre qué vehículos ligeros quiere tener en sus vías.
Por ejemplo, París realizó recientemente un referéndum preguntando sobre la extensión de la concesión de scooters eléctricas compartidas. La votación fue en contra y las scooters eléctricas compartidas desaparecieron de las calles de la capital francesa en septiembre de este año.
Ahora, París anunció que realizará una nueva consulta relacionada con vehículos de mayor tamaño (las SUV) en la ciudad. Es necesario incorporar a los ciudadanos en la discusión.
¿La movilidad compartida o plataformas de movilidad son la forma de resolver este problema?
Nuestros estudios muestran que la movilidad compartida puede liberar el 95% del espacio de estacionamiento en vía que utilizan actualmente los automóviles.
Se trata de una enorme cantidad de espacio utilizado para algo bastante improductivo, y liberarlo permitiría a la ciudad utilizar ese espacio para otros usos.
¡Podemos convertir los aparcamientos para autos en parques para personas! Para ayudar a los gobiernos a regular las formas emergentes de movilidad, el ITF junto a la industria y diferentes Gobiernos del mundo ha desarrollado un sistema de clasificación para la “Nueva Movilidad” que permite tener coherencia y transparencia en este campo, que se está desarrollando y cambiando tan rápidamente.
¿Cómo ve el ITF la movilidad del futuro?
Esa es una gran pregunta para responder en unas pocas frases. Sin duda, la descarbonización del transporte está en la cima de la agenda política.
Los vehículos de gasolina y diésel serán sustituidos, y más rápidamente de lo que podríamos haber imaginado hace unos años. El futuro de los autos, furgonetas y vehículos de dos ruedas es eléctrico.
Las soluciones que podemos encontrar para los buques, los aviones y los camiones pesados no son tan claras: es difícil prescindir del petróleo y las tecnologías apenas están surgiendo, incluyendo hidrógeno, biocombustibles, metano, amonio, por mencionar las más comentadas.
Pero, políticamente, hacer un transporte más ecológico puede no ser fácil con las incertidumbres actuales. Debemos tener cuidado de mantener el enfoque en tiempos de crisis.
Este será el tema central para los Ministros de Transporte de todo el mundo cuando se reúnan en Alemania el próximo mes de mayo para su Cumbre Mundial, que organiza ITF.
¿Qué otras cuestiones darán forma a los debates sobre políticas de transporte?
Debo mencionar dos aspectos más. Uno es la automatización. Los gobiernos de todo el mundo están estudiando las acciones que deben tomar para preparar la llegada de los vehículos autónomos.
Se trata de estándares para los vehículos en sí, pero también de la infraestructura que requieren, incluida la infraestructura de datos y la gobernanza, para vehículos que funcionarán más con bits y bytes que con gasolina o diésel.
El segundo es el transporte público, que seguirá siendo la columna vertebral del sistema de transporte. La pandemia del Covid ha afectado gravemente al número de pasajeros y a los ingresos en casi todas partes.
Eso hace que el futuro de la financiación del transporte público sea una cuestión política central, porque es indispensable para un transporte más ecológico y ciudades habitables e inclusivas. El ITF publicará algunas recomendaciones sobre la financiación del transporte público muy pronto.
