
De acuerdo con el reporte, los profesionales que hoy se dedican a la contaduría, lejos de ser solo guardianes de números, hoy se proyectan como estrategas financieros, analistas de datos y líderes éticos.
En primer lugar, a nivel tecnológico, la Inteligencia Artificial (IA) y la analítica de datos han transformado por completo este rol que cada día es más estratégico y menos operativo en las empresas. Por ejemplo, tareas que antes consumían horas de trabajo manual, como la elaboración de balances financieros y la detección de fraudes contables, ahora se realizan en cuestión de segundos gracias a algoritmos inteligentes y herramientas de software especializadas.
De hecho, según un estudio reciente de la firma de consultoría McKinsey, el 66 % de las compañías en Colombia han adoptado algún tipo de tecnología de IA en sus procesos contables y financieros. Además, se estima que el mercado de software de contabilidad basado en IA crecerá a una tasa anual compuesta del 12,5 % en los próximos cinco años.
“No hay duda que la calculadora está cediendo su espacio al desarrollo y avance de las tecnologías emergentes y el uso de Excel está dando paso a herramientas de análisis avanzado más modernas y poderosas como Power BI”, afirma Marcela Salazar Londoño, directora del programa de Contaduría Pública de Areandina, seccional Pereira.
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Asimismo, agrega Salazar, “la automatización y el uso de herramientas como la IA están permitiendo a los contadores agregar más valor a las empresas a través de la implementación de la analítica de datos, la gestión estratégica y el aseguramiento de la información en tiempo real”.
El nuevo perfil del contador
Según el análisis de Areandina, los contadores públicos también deben cultivar skills como la comunicación efectiva, el liderazgo, la ética y la capacidad de resolución de problemas.
Estas competencias son cruciales para interpretar los datos, tomar decisiones estratégicas más informadas y construir relaciones de confianza con clientes y colegas.
Precisamente, un informe del Foro Económico Mundial (FEM) destaca que el 50 % de todos los empleados necesitarán volver a capacitarse para 2025, ya que la adopción de la tecnología aumentará. En este contexto, las habilidades blandas cada vez están siendo más valoradas por los empleadores.
En todo caso, dice Salazar, “más allá del dominio de las herramientas digitales, el contador 4.0 debe seguir fortaleciendo su ser, su ética, su transparencia y su capacidad de liderazgo, elementos esenciales para asesorar de manera efectiva y contribuir a la construcción de un país más equitativo y sostenible a través de una gestión tributaria justa y transparente”.
¿Para dónde va el futuro de la contabilidad?
El panorama de esta profesión presenta un desafiante y a la vez prometedor escenario.
Los contadores que logren combinar su expertise técnico con habilidades blandas y una visión estratégica serán los profesionales más demandados del mercado.

Su capacidad para generar valor en un entorno cada vez más complejo y dinámico los convertirá en piezas clave para el éxito de las organizaciones y el desarrollo económico.
De acuerdo con la Federación Internacional de Contadores (IFAC), la demanda de estos profesionales con habilidades en análisis de datos y tecnología aumentará un 40 % en los próximos cinco años. Además, se prevé que el número de contadores públicos en el país crezca un 15 % en el mismo período.
“El contador moderno ya no es solo un espectador de la economía, sino un actor clave en la toma de decisiones empresariales y en la transformación social”, concluye Salazar.