Por: Juan Casal, director de Telco & Empresas Digitales de Latam en Intel
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¿Se han preguntado qué aspectos de su vida se están volviendo más digitales? La respuesta es sencilla: todos. Y estamos viendo cómo este proceso se acelera a medida que la IA transforma la vida cotidiana y los negocios y se vuelve omnipresente.
Eso está obligando a todas las empresas a reinventarse para enfrentar el período de innovación más intenso y emocionante de la industria tecnológica. De hecho, podría decirse que se trata del mayor cambio tecnológico desde la explosión de Internet, que remodelará todos los aspectos de los negocios, ya que cada empresa tendrá que transformarse en una empresa de IA.
Y es que la IA representa un cambio de paradigma en la forma en que los humanos y la tecnología interactúan, ya que les permitirá a todos los trabajadores críticos para el negocio automatizar, optimizar, colaborar, obtener nuevos conocimientos y aumentar la productividad. En el caso de las empresas, tendrán que ser más eficientes, aunque con el desafío de la reinvención permanente.
A pesar de ello, muchos siguen pensando que es muy difícil obtener valor de su inversión en IA, lo cual constituye un error. Porque todas las compañías deben adoptar un enfoque de reinvención empresarial implementando IA en todo el flujo de trabajo y con una visión más general.
Tomemos el caso del comercio minorista, donde la IA está reinventando el panorama del sector. En una actividad intensamente competitiva y caracterizada por pequeños márgenes, los minoristas deben responder a los clientes como nunca antes, a la vez que eliminan las ineficiencias de sus operaciones.
Aunque suelen tener muchos datos, comprender el enorme volumen de ellos requiere una inteligencia significativa. Por eso, la transformación digital en el comercio minorista debe ir más allá de solo conectar las cosas. Se trata de convertir los datos en información que sirva de base para las acciones que generan mejores resultados empresariales. La IA en el comercio minorista, incluido el aprendizaje automático y el aprendizaje profundo, es clave para generar esta información.
Para los minoristas, esto tiene como resultado mejores experiencias de los clientes, oportunidades para aumentar los ingresos, innovación rápida y operaciones inteligentes; todo ello los diferenciará de sus competidores.
Muchos minoristas ya están usando la IA en algún punto de sus operaciones. Es el caso de la inteligencia artificial integrada en los software de Gestión de la Relación con el Cliente (CRM) para automatizar las actividades de marketing o, por su parte, en el análisis predictivo a fin de identificar cuáles clientes tienen más probabilidad de comprar productos específicos. En estos casos, la nube habilita las cargas de trabajo de IA que requieren almacenar y procesar grandes cantidades de datos desde diferentes fuentes. Y en esa misma nube se soportan procesos que emplean aprendizaje automático para, por ejemplo, estimar la demanda y las recomendaciones de productos en línea.
La inteligencia artificial en las tiendas mismas ofrece ventajas. La informática avanzada en el comercio minorista actúa como un catalizador de la información que suma y transforma enormes cantidades de datos sin procesar en una inteligencia valiosa y procesable. Imagine los robots de inventario que reponen los estantes de forma automática, la señalización digital que se adapta a la audiencia y los sensores que rastrean los patrones de tráfico de los clientes para informar las oportunidades de venta cruzada y ventas adicionales.
Pero estos son apenas algunos ejemplos de las posibilidades que nos ofrece esta tecnología disruptiva, pero cada vez más omnipresente. Porque la IA está abriendo una amplia gama de oportunidades de nuevos negocios gracias al uso de herramientas como Asistentes de IA, que proporcionan información y realizan determinadas tareas basándose en las instrucciones introducidas; Checkouts Autónomos, que al final del proceso de compra le permiten al usuario introducir sus datos y completar el pago; Plataformas de IA sin código, que permiten crear contenido, resumir texto o desarrollar chatbots de IA que generen respuestas dinámicas e inteligentes, aportando más rapidez, agilidad y receptividad a la empresa; y Redes Generativas Antagónicas, que facilitan la creación de imágenes realistas mediante indicaciones basadas en texto o modificando las imágenes existentes.
Según la encuesta ML Insider del sitio web cnvrg.io, la mayoría de las organizaciones aún se encuentran en la fase de investigación y pruebas de IA generativa. Y aunque la adopción puede no haber despegado, las empresas que han implementado modelos GenAI en el último año están experimentando beneficios. Alrededor de la mitad de los encuestados dice que ha mejorado las experiencias de los clientes (58 %), la eficiencia (53 %), las capacidades del producto (52 %) y se ha beneficiado de los ahorros de costos (47 %).
En el punto de madurez de la IA eventualmente llegaremos a un escenario en el que la tendremos operando en todos los niveles y automatizará oficinas enteras, aunque sin desplazar al talento humano, que se dedicará a tareas menos rutinarias y donde podrá aportar más valor.