Para aclarar, la relación entre la moneda de la era digital va más allá de las vacas: cerdos, caballos, corderos, en fin, cualquier especie animal que crezca en una granja con fines comerciales; en ese propósito se ha determinado que la minería de Bitcoin podría ser una solución ambiental y energética de mucha productividad para ranchos ganaderos.
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Resulta que la industria energética del biogás podría buscar opciones en la minería de Bitcoin, para reducir el impacto ambiental del gas generado por desechos orgánicos.
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La alternativa la planteó en el portal CriptoNoticias Ricardo Carmona, ingeniero mecánico venezolano, especialista en criptomonedas y cofundador de Biomining, quien explicó que el gas natural generado por la biomasa de granjas animales, puede ser usado para alimentar la minería de Bitcoin y criptomonedas.
Generación de energía con residuos
La explicación es más sencilla de lo que parece: para el sector agrícola, reservar la materia orgánica generada, en todo caso desperdicios, es una actividad de costos negativos para cualquier ranchero, de tal manera que la propuesta es llevar estos desperdicios a la industria energética del biogás, derivada de la industria agrícola, para captar clientes interesados en generar y consumir electricidad generada de esta manera.
Carmona reside en México, donde asegura que existen al menos 800 granjas que generan este tipo de gas, y que podrían tener la necesidad de deshacerse de este agente químico con algún tipo de ingreso económico estable.
“El camino correcto es la minería de Bitcoin. No hay otro comprador que te pague más por cada unidad de energía que tú tengas. El mejor comprador que te va a dar más dinero es la minería de Bitcoin, y no por poco, sino por 3, 4 y hasta 5 veces más de lo que puedes hacer si se lo vendes a otro ofertante”.
En este punto entra en juego su proyecto, denominado Biomining: “Nace desde esta necesidad y estamos desarrollando en los preparativos para llevar los mineros de Bitcoin hacia los depósitos de biomasa y rellenos sanitarios que lo requieran en México”, indicó Carmona.
Agregó que esta actividad podría tener un alto potencial en la región, alcanzando incluso a otros países del continente y el mundo.
También pozos sépticos y rellenos sanitarios
Sin embargo, Carmona declaró que en EE.UU. la industria del biogás no se acercaría a la minería de Bitcoin pues ya tienen otros clientes que pagan con altas sumas de dinero, dólares emitidos por el gobierno a través créditos energéticos.
Asimismo, los distintos tipos de depósitos de desechos orgánicos, como son los pozos sépticos y rellenos sanitarios, podrían incentivarse a explotar el biogás mediante la minería de Bitcoin, haciendo la inversión necesaria para las instalaciones que generarían electricidad a partir de este gas.
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Marco legislativo oscuro
El especialista explicó que a futuro podrían existir intereses adversos a esta incipiente industria, quienes podrían promover desde los legislativos primarios en varios países normas para intentar prohibir el nuevo mercado, motivados en evitar lesiones a sus propios intereses económicos.
“La minería de Bitcoin es muy diferente a la criptomoneda en sí. La minería de Bitcoin es lo único que conecta a Bitcoin con la tierra, lo único que conecta a Bitcoin con el mundo real. Puedes reírte de alguien que te dice que va a prohibir Bitcoin porque Bitcoin no existe físicamente, pero si tú quieres prohibir la minería puedes hacerlo”, reflexionó el especialista.
Ante la vulnerabilidad física de la minería de Bitcoin, Carmona trajo a la mesa la necesidad de darle la oportunidad al libre mercado de desarrollarla, y que se hagan regulaciones que terminen en restricciones de efectos negativos en esta industria.
“Tomarse en serio el tema regulatorio para la minería de Bitcoin es sumamente importante, porque, en mi opinión personal, los estados suramericanos no son muy amables con las nuevas tecnologías, y pueden pecar muy a menudo de sobre regularlas y obligarlas a entrar en un canal que al final lo que va hacer es que no florezcan”.
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