La inflación en EE. UU. bajó al 8,5 % en julio, una cifra mejor de la que esperaba el mercado, dando signos de una desaceleración de este indicador en general, reveló este miércoles la Oficina de Estadísticas Laborales. Ver más noticias económicas internacionales
El IPC en término mensual se mantuvo sin subidas (se esperaba +0,2 %), por debajo del ascenso del 1,3 % de junio.
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Por su parte, el IPC subyacente en término interanual subió en julio un 5,9 % (frente al mismo dato del mes anterior y en contra del 6,1 % esperado) y en término mensual asciende un 0,3 % (frente al 0,7 % anterior).
Tras esto, los futuros de acciones de EE. UU. subieron después de que la lectura clave de la inflación mostrara una desaceleración mejor de lo esperado por el aumento de los precios.
Los futuros del Dow Jones Industrial Average subieron 280 puntos, o un 0,9 %. Los futuros del S&P 500 ganaron un 1,2 %, mientras que los futuros del Nasdaq 100 subieron un 1,7 %.
Los pronósticos predecían que la tasa anual de inflación se moderara hasta el 8,7 % en julio desde el 9,1 % de junio, que fue el mayor aumento desde 1981, por lo que el resultado fue positivo en medio del contexto global de alzas de precios.
También se esperaba que el IPC subyacente aumentara un 0,5 % mes a mes, impulsando la tasa anual hasta el 6,1 % desde el 5,9 % de junio, lo que subraya la dificultad a la que se enfrenta la Reserva Federal para intentar que la inflación vuelva a estar en línea con su objetivo.
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“El dato de IPC americano del mes de julio es clave para las expectativas sobre los próximos movimientos de la Fed. Hasta que la inflación no dé muestras de moderación sostenida, la prioridad de la política monetaria de doblegar la inflación es clara, más aún cuando el mercado laboral sigue dando muestras de fortaleza (el pasado viernes la tasa de paro volvía al 3,5 %)”, apuntó al respecto la firma Bankinter.
“Entendemos que los datos de inflación sirven para decantar la balanza entre los que opinan que hemos superado el techo de inflación, sobre todo en EE. UU., y por lo tanto deberíamos asistir a cierta relajación en el ritmo de subidas de tipos. Por el contrario, también están los que opinan que aún estamos lejos de ese punto y se necesita aplicar una política monetaria incluso más restrictiva, mantener el ritmo de subidas de tipos y de reducción de balance de los bancos centrales y, por lo tanto, drenar liquidez del sistema para enfriar la economía”, concluyen en Renta 4.