La inflación en Brasil se ralentizó a principios de año y cerró enero con un registro de 5,77 %, una leve caída frente al registro total del 2022 (5,79 %).
De acuerdo con el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE, por sus siglas en portugués), la variación mensual de 0,53 %, fue menor al resultado de diciembre (0,62 %).
Según la información oficial de la entidad estadística, en enero, de los nueve grupos de productos y servicios investigados, sólo Vestuario (-0,27%) tuvo variación negativa en el mes.
“La mayor incidencia en el índice del mes vino de Alimentos y Bebidas (0,59 %), que aportó 0,13 pp. Le siguió el grupo Transportes, con incidencia de 0,11 pp y alza del 0,55 %”, explicó la entidad en un comunicado de prensa.
Por categorías, la mayor variación se registró en la rama de Comunicación con una expansión de 2,09 %.
El resultado de Salud y cuidados personales, por su parte, quedó el 0,16%, por debajo del registrado el mes anterior (1,60%).
Las demás áreas de medición se ubicaron entre el 0,33% para Vivienda y el 0,76% para Gastos personales.
Recomendado: Inflación en Brasil subió en primera quincena de enero de 2023
“Con todo, la desinflación continuó en enero, pero la tasa interanual está perdiendo velocidad”, explicó Andrés Abadía, economista jefe para América Latina en Pantheon Macroeconomics.
El experto sostiene que esperan “que la tendencia bajista se reanude en el segundo trimestre”, gracias a los efectos base, antes de subir en el segundo semestre del año.
Vale la pena recordar que la inflación en Brasil había avanzado 0,55 % en la primera quincena de este año, de acuerdo con lo reportado por el IBGE.
En aras de controlar la inflación el Banco Central de la primera economía de América Latina ha liderado una cruzada por incrementar y mantener en alto nivel las tasas de interés.
Recomendado: Lula da Silva revisará autonomía del Banco Central de Brasil y plantearía cambios
Esto ha sido señalado de innecesario por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, por lo cual ya se han presentado las primeras diferencias con los responsables de la política monetaria.
“Lo que realmente importa en este momento es la elevada incertidumbre fiscal y el ruido político, incluidas las críticas del presidente Lula al alto nivel de las tasas de interés”, mencionó Abadía.
Para el analista, “la buena noticia es que en las últimas sesiones el choque entre estas fuerzas políticas parece haber disminuido, al margen”.