En mayo de 2023, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) entregó un estudio en el que analizó la capacidad óptima de vuelos para operar en el Aeropuerto El Dorado, de Bogotá, y detalló cómo se podría aumentar ese número con una serie de adecuaciones.
Aunque el ritmo de avance para lograr dichos objetivos no ha sido el más acelerado, sí existe una conversación entre la Aeronáutica Civil de Colombia (Aerocivil), las aerolíneas y el concesionario para buscar soluciones que incrementen la competitividad de El Dorado.
Y es que actualmente, esta terminal representa el 40 % del total de movilización de pasajeros domésticos en Colombia, con más de 11 millones al cierre de septiembre en salidas; y el 34,8 % del transporte internacional, con 5,7 millones de personas usándolo como punto de partida. Es decir, El Dorado mueve el 74 % del tráfico aéreo en todo el país.
“Para alcanzar las 100 operaciones por hora en El Dorado se deben acoger las 23 recomendaciones planteadas. Estas propuestas, entre las que destacan la disminución de los tiempos de ocupación en pista de los aviones, implementar procedimientos de pistas paralelas y mejorar la gestión del espacio aéreo, están diseñadas para ser alcanzadas en el corto, mediano y largo plazo”, aseguró Paula Bernal, gerente general de IATA Colombia.
La industria coincide en que incrementar la capacidad de El Dorado es una tarea acorde a ritmo de crecimiento de la terminal, pues al noveno mes del año hubo 409.000 vuelos comerciales operados en Colombia (nacionales e internacionales), de los cuales el 33 % salieron del aeropuerto El Dorado.
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“Pero lo más notable en 2024 es el significativo aumento de la actividad aerocomercial en El Dorado, con los vuelos creciendo un 17,5 %, mientras el total de vuelos del país crece a una tasa menor del 11,5 % (…) Diariamente en solo vuelos comerciales el aeropuerto ha visto un incremento de 74 vuelos”, aseguró Eduardo Lombana, CEO de Wingo.
Y agregó que “estas cifras confirman la enorme importancia del aeropuerto y nos comprometen a toda la comunidad aeronáutica, aerolíneas, autoridades y demás actores relevantes del aeropuerto, a buscar siempre maximizar su capacidad”.
Los problemas de El Dorado en la actualidad
Las recomendaciones de la IATA vuelven a salir a flote en medio de un contexto en el que en las últimas semanas se han visto traumatismos en el aeropuerto de Bogotá –así como en otros del país- por la temporada de lluvias, que parece haber iniciado nuevamente.
Hoy, El Dorado opera con 74 operaciones por hora, según lo definido por la Aeronáutica Civil, y aunque en el lanzamiento del estudio hace más de un año se dijo que 68 operaciones por hora era una cifra que podía ser sostenible, la terminal ha respondido con 74 para la mayoría de los actores.
Hay quienes dicen que es necesario reducir dicho número de vuelos por hora ante la coyuntura, pero son más los operadores que se mantienen en que está funcionando.
“No se puede cometer el error de solucionar un inconveniente asociado con la temporada de lluvias con una medida como la restricción de la capacidad de El Dorado que solo generaría un problema estructural al limitar la oferta de sillas y la competencia de diferentes operadores, con los efectos que tiene esto en el consumidor y la conectividad del país”, afirmó Santiago Álvarez, director ejecutivo de Latam.
Para Mario García, country manager de JetSmart en Colombia, también se debe tener en cuenta que el crecimiento del Terminal 2, antiguo Puente Aéreo, debe planificarse considerando su rol dentro de El Dorado como un todo. “No solo se trata de expandir la capacidad, sino también integrarla eficientemente con las operaciones generales del aeropuerto en el corto plazo”.
El Dorado necesita operar dos pistas cuando haya baja visibilidad
El Aeropuerto Internacional El Dorado de Bogotá cuenta en la actualidad con dos pistas de aterrizaje, la norte y la sur, que en condiciones normales funcionan de manera regular.
No obstante, al momento de presentarse lluvias o neblina la visibilidad para el aterrizaje y el despegue de las aeronaves disminuye lo que desencadena los retrasos en las operaciones, como los vistos en las últimas semanas.
Para sortear estas condiciones, en el mundo existe un sistema conocido como ILS (que cuenta con categorías de la 1 a la 3), el cual permite apoyar al pilotaje de los aviones asistiéndolos para aterrizar y despegar de manera segura cuando se presentan estos fenómenos.
Hoy El Dorado cuenta ILS en sus dos pistas, pero por problemas técnicos no están en funcionamiento, un hecho que para la industria es esencial solucionar lo antes posible para seguir evitando afectaciones de cara a la temporada de fin de año.
La IATA insiste en que el servicio de transporte aéreo y la conectividad deben mantenerse incluso en circunstancias meteorológicas adversas: “Bogotá cuenta con la capacidad instalada necesaria, y es fundamental que todos los equipos y tecnologías estén en pleno funcionamiento, que los procesos se estandaricen y que las decisiones se orienten a maximizar la capacidad del aeropuerto”.
De hecho, hace apenas unos días, el gremio que representa a las aerolíneas pidió a la Aerocivil -encargada de los temas operativos del aeropuerto- avanzar en las mejoras para garantizar la continuidad en la prestación del servicio.
Frederico Pedreira, CEO de Avianca, destacó que ante las recientes complicaciones en el aeropuerto El Dorado hay que considerar varios aspectos que dificultan las operaciones: mayor cantidad de aviones, mal tiempo y retos de infraestructura que pueden impactar las actividades en lugares como el terminal más grande del país.
Así mismo, Pedreira ha llamado la atención sobre estas particularidades, especialmente en el último trimestre del año, donde incrementan los vuelos por la temporada de fin de año y exige una mayor capacidad operativa.
“Las afectaciones que ha tenido los pasajeros en las últimas semanas a raíz de la temporada de lluvias, es posible reducirlas con soluciones concretas como poner en funcionamiento el sistema ILS de la pista y el radar de superficie y superar los problemas que ha tenido el sistema de gestión y control del tráfico aéreo”, indicó, por su parte, Álvarez, de Latam.
Con esto coincide el CEO de Wingo para quien “lo más urgente de cara a la temporada invernal que estamos pasando, es reactivar las ayudas que tiene el aeropuerto para operación durante todo el tiempo y en especial los ILS Categoría 3 en ambas pistas, así como reestablecer el sistema automatizado de comunicaciones aeronave-control del tránsito aéreo, habilitar el radar de superficie para darle mayor fluidez al movimiento de las aeronaves, y revisar los sistemas de administración y control de franjas horarias de pista”.
Eso, sumado a continuar promoviendo “el sistema de colaboración conjunta de aeropuerto y aerolíneas, así como una administración estandarizada de las variaciones de capacidad por condiciones especiales”, dijo.
Y para JetSmart, en el mediano y largo plazo se debe pensar en una ampliación general de los distintos terminales, calles de rodaje y capacidad de despegue y aterrizaje, para así generar más operaciones por hora. “Al adoptar soluciones tecnológicas avanzadas, como sistemas inteligentes de gestión de tráfico y monitoreo en tiempo real, se asegura que ambas terminales trabajen en conjunto para evitar saturaciones y mantener altos estándares de servicio”.
Finalmente, desde el lado internacional, Ricardo Garnica, gerente regional de ventas para Colombia de Delta, manifestó que todo lo anterior “no es una mentira”, pues “el aeropuerto está a tope de capacidad, lo cual limita a las aerolíneas a operar vuelos adicionales o cambiar horarios ya existentes por algo que funcione mejor desde el punto de vista operacional y eso es un reto para todas las aerolíneas”.
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