La resiliencia empresarial se ha convertido en una condición clave para el liderazgo y para la obtención de buenos resultados en los negocios. Los cambios constantes en los mercados, los escenarios de incertidumbre que vive la economía mundial y el impacto de variables externas que golpean el comportamiento de un sector o de una empresa, ha llevado a que en el mundo empresarial cada vez sea más importante y valorado para tener la capacidad de adaptarse fácilmente a los cambios.
En SAS desarrollamos un estudio mundial acerca de la resiliencia empresarial consultando a más de 2400 líderes de organizaciones con más de 100 empleados y representando a las más importantes industrias, y los resultados son muy dicientes:
- El 53% de los ejecutivos consultados admitió que su empresa no está donde debería estar en cuanto a resiliencia empresarial. Es decir, la mitad de los líderes o uno de cada dos reconoce que su empresa no tiene la capacidad de sortear los cambios y aprovechar las oportunidades en estos tiempos de turbulencias.
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- En el estudio, casi todos los ejecutivos (97%) creen que la capacidad de recuperación es muy o bastante importante, pero menos de la mitad (47%) percibe que su empresa es resistente frente a los cambios. Aproximadamente la mitad (46%) admite que no está totalmente equipada para hacer frente a las perturbaciones y que tiene dificultades para afrontar retos como la seguridad de los datos (48%), la productividad (47%) y la innovación tecnológica (46%).
Todo lo vivido durante la época de la pandemia hizo que los líderes tuviéramos que adquirir un carácter resiliente para superar las enormes dificultades que tuvimos que pasar. Por eso hablamos de la existencia de una brecha de resiliencia entre lo que se piensa que se debería tener en una organización en la actualidad para enfrentar los constantes cambios y la capacidad real de reacción y de recuperación que verdaderamente se tiene.
Hay maneras efectivas para reducir esta brecha.
Hablamos de cinco características que se deben trabajar desde el liderazgo para volver resilientes a las organizaciones:
- Velocidad y agilidad en la toma de decisiones.
- Adquirir o fortalecer la capacidad de innovación.
- Sumar características de equidad y responsabilidad a nuestras decisiones y actuaciones.
- Adquirir o desarrollar una cultura en torno a la alfabetización y aprovechamiento de los datos.
- Orientar la cultura corporativa hacia la curiosidad.
Desarrollar estas cinco características permitirá dotar a nuestras organizaciones y equipos de la capacidad de reaccionar y de recuperarse eficientemente en el mercado.
Casi todos los directivos que dicen tener un alto nivel de resiliencia (el 96%) utilizan datos y análisis internos y externos para fundamentar su toma de decisiones, lo que resulta clave para afrontar los cambios y garantizar la continuidad de la empresa. Los ejecutivos con alta resiliencia empresarial afirmaron aplicar herramientas de datos en mayor medida que sus homólogos con menor resiliencia (93% frente a 22% de baja resiliencia). Es lo que hace la diferencia. En general, 8 de cada 10 líderes es optimista y cree que la resistencia o la capacidad de resiliencia es alcanzable con la orientación y el uso de unas herramientas adecuadas. Nueve de cada 10, es decir casi todos, considera que los datos y el aprovechamiento de ellos a través de soluciones como las de la analítica son las herramientas fundamentales para desarrollar efectivamente una estrategia de resiliencia.
Para ayudar, SAS ha habilitado una herramienta de investigación y evaluación con la que las organizaciones pueden medir su índice de resiliencia sostenible y pueden identificar entre otras cosas las áreas de fortaleza existentes y las áreas en las que es posible crecer. Se trata de una herramienta gratuita y de uso abierto, que hemos denominado como Herramienta de Evaluación de la Resiliencia, que pensamos ayudará a cerrar las brechas y fortificar estratégicamente las herramientas y sistemas que hacen a los líderes ágiles frente a los desafíos y la interrupción. Como siempre hemos creído en SAS, las soluciones están en los datos. En este caso, creemos que ayudar a las empresas a cerrar esa brecha de resiliencia que hoy se evidencia empieza por poner los datos y análisis adecuados en manos de los líderes.
Sabemos que hay cambios, que hay incertidumbres y que enfrentamos turbulencias: la invitación es a empezar a medir con claridad qué tan resilientes somos los líderes y qué tan resilientes son en realidad las organizaciones para poder adaptarnos, reaccionar y recuperarnos más fácilmente.