El indicador de percepción económica (IPE) de Bancolombia, que captura las expectativas de diversos actores sobre el desempeño futuro de la economía en el país, registró el dato más bajo desde 2011, cuando inició la serie, y se ubicó en -2,3 para el cuatro trimestre de 2024.
Este nuevo mínimo, incluso inferior a los niveles observados durante la pandemia, advierte un deterioro relevante del sentimiento de los analistas económicos en sus informes, caracterizados por un sesgo negativo.
“Si bien, la menor volatilidad confirma la recuperación del crecimiento económico observada en 2024, el deterioro en la percepción de los expertos, especialmente locales, está estrechamente relacionado con la incertidumbre fiscal”, explicó el Grupo Bancolombia en su informe.
El IPE se compone de dos subíndices: uno que mide la polaridad del sentimiento económico según el tono de los reportes de los analistas y otro que mide la volatilidad de las proyecciones que se hacen en la encuesta de expectativas del Banco de la República, a partir de su desviación estándar.
El índice de polaridad fue el que más impulsó el deterioro del indicador, con un balance negativo de -2,9 (desviaciones estándar), por cuenta del pesimismo pronunciado del mercado. Por su parte, el indicador de volatilidad mostró una leve mejora y se ubicó en -0,1 (desviaciones estándar), lo que da cuenta de un progreso no observado desde marzo de 2020 y sugiere una mayor certidumbre en las expectativas.
“Los resultados de ambos subindicadores reflejan las dos realidades que enfrenta la economía colombiana en la actualidad”, resaltó Bancolombia, en referencia a la recuperación del crecimiento económico hacia el potencial que históricamente ha mostrado el país y en relación con los riesgos en el frente fiscal.
Sobre este último, el informe insiste en que, como lo ha dicho la entidad en otros escenarios, el recaudo tributario se ha mantenido débil y las expectativas de ingresos del Gobierno parecen muy optimistas y poco plausibles, lo que a la vez supone riesgos por un gasto excesivamente alto.
Con el dato de diciembre es posible concluir que, en 2024, el promedio del IPE fue de -1,5. En 2023, por su parte, el balance anual se ubicó en -0,7, mostrando una diferencia de 80 puntos básicos.
Hacia adelante, Bancolombia cree que el IPE seguirá expuesto a los riesgos derivados de la incertidumbre fiscal y al avance de los indicadores económicos fundamentales locales.
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