El incremento del precio de la gasolina en Colombia mantiene una senda consecutiva de 10 meses, por cuenta de la necesidad del país de cerrar la brecha entre el valor local con el valor internacional, lo que todavía supone que el país tenga alzas, en el galón corriente, de unos $2.000.
Un nuevo informe de Picodi da cuenta de cómo ha sido ese fenómeno de incrementar el precio de la gasolina en América Latina y cuáles son las regiones del país que mantienen esa política.
Ricardo Bonilla, ministro de Hacienda de Colombia, aseguró que Colombia necesita seguir liderando un incremento en el precio de la gasolina por un déficit fiscal acumulado de $70 billones que se generaron por subsidiar a los combustibles.
Con esto de base, la idea del gobierno del presidente Gustavo Petro es que estas alzas se mantengan, toda vez que el galón de la gasolina corriente tiene un valor cercano a los $13.000, pero, según cálculos del Ministerio, todavía le falta camino para llegar hasta los $15.500.
Una vez Colombia vea un punto final en la senda del incremento del precio de la gasolina corriente, entrará a revisar lo que se deba hacer con el valor del ACPM.
Este último es el que le preocupa al gobierno del presidente Gustavo Petro, toda vez que se convierte en el combustible que utilizan los transportadores de alimentos, así como los sistemas de servicio público en el país.
Según Bonilla, ese valor se va a mantener quieto mientras la inflación sigue su senda a la baja, toda vez que no es intención del gobierno del presidente Gustavo Petro ponerle un peso nuevo e innecesario al comportamiento de la inflación.
Colombia y Argentina liderar el incremento al precio de la gasolina en la región
Según el reporte de Picodi, durante los primeros seis meses del 2023, los precios de los combustibles en América Latina se mantuvieron estables.
Indica el reporte que solamente en Argentina y Colombia el precio de la gasolina aumentó notable: 29,6 % y 21,6 % respectivamente. “Por otro lado, en Paraguay y Perú, la gasolina en junio fue significativamente más barata que en enero, con una reducción del 10,2 % y el 9,5 % respectivamente”, explica el documento.
“Bolivia, Cuba, Ecuador y Nicaragua fueron los países donde los precios no cambiaron, ya que los gobiernos locales controlan los precios de los combustibles”, complementa el reporte.
Vale mencionar que para el caso de Colombia, la decisión de mantener congelados los precios de la gasolina en su momento respondieron a los fuertes picos inflacionarios que experimentó el país luego de la pandemia del Covid-19.
Todo este escenario macroeconómico ha llevado a que el Gobierno se plantee la posibilidad de tener que ajustar varias de sus cuentas fiscales siempre propendiendo por el cumplimiento y por el cuidado de la Regla Fiscal.
Ha manifestado el ministro Bonilla que acomodar y liderar el proceso para el incremento del precio de la gasolina en Colombia necesita de un proceso que se llevará, al menos, otros dos años, y sobre la base de que en ese mismo lapso el país necesita cumplir varias obligaciones, entre las que se cuentan la del Fondo Monetario Internacional (FMI).
En todo caso, la visión del gobierno Petro es que el ajuste en los precios de los combustibles en el país también va a llevar que, incluso hacia 2025, el fondo que los subsidia tenga un superávit que podrá darle un respiro a las cuentas fiscales del país.
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Cumplir con esta obligación, reiteró el gobierno Petro, no va a interferir con los mensajes que se le ha entregado al mercado local y a los analistas e inversionistas internacionales.