
El Índice Bravo – Valora Analitik, con datos actualizados a febrero, revela cambios significativos en el comportamiento crediticio de los colombianos. El indicador más destacado es la mora promedio que se elevó a 8 meses, un mes más que lo registrado en enero, reflejando desafíos persistentes en la capacidad de pago de los deudores.
Evolución del comportamiento crediticio

El panorama crediticio en febrero muestra una tendencia preocupante en las finanzas personales de los colombianos. El porcentaje de deudores con mora hasta 6 meses se redujo de 63,58 % en enero a 62,25 % en febrero, lo que indica un deterioro en la situación financiera, ya que una mayor proporción de personas ahora tienen deudas con retrasos superiores a 6 meses.
El perfil del deudor colombiano presenta algunos cambios sutiles pero significativos. La edad promedio aumentó ligeramente de 37 a 38 años, mientras que el número promedio de deudas por persona disminuyó levemente de 2,6 a 2,5 obligaciones, sugiriendo posibles ajustes en los patrones de endeudamiento.
Panorama comparativo: diferencias estructurales

El análisis comparativo con otros países donde Bravo opera continúa revelando brechas significativas:
México mantiene una mora estable de 3 meses con el 91,29 % de sus deudores presentando mora de hasta 6 meses, reflejando una gestión más eficiente de las obligaciones financieras en comparación con Colombia.
Brasil sigue destacándose con una mora de solo 2 meses, y el 96,86 % de los deudores brasileños presenta mora de hasta 6 meses, evidenciando prácticas crediticias particularmente efectivas en ese mercado.
En Europa, España registra una mora de 2 meses, mientras que Italia mantiene una mora de apenas 1 mes. Portugal presenta un deterioro en su indicador de mora, que pasó de 4 a 5 meses, aunque el 90,76 % de sus deudores mantiene mora de hasta 6 meses.
La relación deuda-ingreso: un factor determinante
Un aspecto crítico que explica las diferencias observadas es la relación entre deuda e ingreso. Con un PIB per cápita de aproximadamente US$6.980, la deuda promedio en Colombia equivale a cerca de 18 veces el ingreso mensual, una proporción que refleja la vulnerabilidad financiera de los hogares colombianos.
Esta relación contrasta significativamente con las economías europeas, donde a pesar de manejar niveles de deuda nominalmente más altos, la proporción respecto al ingreso es más favorable, permitiendo una mejor gestión de las obligaciones financieras.
Tendencias emergentes y señales de alerta
Los datos de febrero confirman un inicio de año desafiante para el mercado crediticio colombiano. El aumento en la mora promedio y la reducción en el porcentaje de deudores con mora hasta 6 meses indican un posible incremento en el riesgo crediticio, que podría tener implicaciones tanto para los consumidores como para las instituciones financieras en los próximos meses.
La evolución del perfil del deudor, con un ligero aumento en la edad promedio y una leve reducción en el número de deudas, podría estar reflejando cambios en el comportamiento financiero de los colombianos frente a un entorno económico cambiante.
El panorama crediticio en Colombia muestra señales de tensión al inicio de 2025. El aumento en la mora promedio subraya la importancia de implementar estrategias efectivas tanto a nivel individual como institucional para gestionar las obligaciones financieras en un contexto económico complejo.
Las diferencias observadas con otros países, particularmente en América Latina, sugieren que hay espacio para mejorar las prácticas de gestión crediticia en Colombia, incluso considerando las limitaciones estructurales de la economía nacional.
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