El impuesto al patrimonio seguirá vigente en Colombia, pese a las numerosas demandas que tenía en su contra ante la Corte Constitucional.
Justamente, el alto tribunal se declaró inhibido para decidir sobre este gravamen, que si bien ya existía en la legislación colombiana, se volvió permanente con la primer reforma tributaria del presidente Gustavo Petro.
De acuerdo con la Corte, no se tomó una decisión de fondo, debido a la «ineptitud sustantiva de la demanda», es decir, esta incumplía con todos los requisitos legales.
¿Por qué el impuesto al patrimonio seguirá vigente en Colombia?
Puntualmente, la Sala Plena encontró que el primer cargo formulado por la presunta violación del derecho a la igualdad y el principio de equidad tributaria no cumple «con la carga argumentativa especial» que se exige a un ciudadano cuando alega la vulneración de esos principios.
«Los accionantes no identificaron un criterio de comparación de los sujetos o grupos respecto de los cuales se predica el trato discriminatorio que resulte relevante a la luz de la finalidad de la norma«, agregó la Corte.
A su turno, afirmó que el segundo cargo era inespecífico pues el demandante no propuso argumentos concretos para demostrar que, en abstracto, el impuesto tiene efectos confiscatorios.
Si bien presentó ejemplos numéricos para demostrar que el tributo podría llevar a la pérdida de una parte significativa del patrimonio de los contribuyentes en periodos de 20 a 40 años, especialmente en casos de patrimonios improductivos o con baja rentabilidad, los magistrados determinaron que esto solo se daría situaciones extremas y excepcionales.
Por último, al estudiar el tercer cargo formulado por la presunta violación del artículo 317 de la Constitución Política -el cual indica que los municipios son los únicos que pueden gravar la propiedad inmueble- la Corte Constitucional concluyó que esto carecía de especificad y suficiencia.
Así las cosas, el impuesto al patrimonio seguirá vigente en Colombia y, con esto, el gobierno gana un importante punto en materia fiscal, justo en un momento en que sigue padeciendo importantes coletazos en sus ingresos tributarios.