El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, habló de lo que espera sea la reforma tributaria que discuta el Congreso. La iniciativa propone que el impuesto al carbono en Colombia tenga un cambio clave y una nueva aplicación.
Según el ministro, la iniciativa seguiría avanzando en recoger el dinero a manos de los sectores que más ingresos reportan y que tienen mayor holgura económica en el país.
De acuerdo con el gobierno Petro, el impuesto al carbono en Colombia, además de generar importantes ingresos al país, va encaminado a desincentivar el uso de materias primas que siguen afectando al medio ambiente.
Con esto de base, espera el ministro Bonilla que este gravamen termine siendo uno de los indicadores de recaudo más importante del nuevo proyecto de ley.
Esta reforma tributaria, espera el gobierno Petro ayude a recaudar $12 billones para completar el presupuesto de Colombia para el año entrante.
Con esto, el ministro Bonilla dijo ante el Congreso de la República que el impuesto al carbono en Colombia tendría un incremento de 200 % en la tarifa hasta $75.000 por tonelada de CO2.
Agregó el funcionario que este incremento se aplicará a la gasolina, al diésel y a los precios del gas.
Otros posibles efectos del impuesto al carbono en Colombia
«Creemos que tal como lo estamos haciendo con el diésel en la vida real, que es de manera progresiva, no es de golpe, podemos llegar a cerrar la brecha en el 2025-2026, y que esto que impactaría por el impuesto al carbón tendríamos que irlo incorporando también progresivamente, pero eso es un tema de discusión de cómo lo vamos a hacer», dijo Bonilla en el Congreso.
A ojos de Bonilla, lo planteado en el impuesto al carbono en Colombia, además de la reducción de la tarifa para las empresas del país, serían medidas suficientes para encontrar los recursos que se van a necesitar para los planes sociales.
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«Ese es el propósito de generar esta reducción y es quizás el objetivo más importante de la reactivación. Por supuesto, esta medida es relativamente neutra en 2025 pero comienza a ser efectiva de 2026 a 2030. En el 26 habrá un ahorro de $3 billones y en 2030 llegan a tener las empresas un ahorro de $8 billones», concluyó Bonilla.