Lo que a ojos de varios analistas, y también del ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, era una inflación llegando a su techo en Colombia, cambió luego de que se diera a conocer el resultado de agosto.
Por encima de las expectativas del mercado, la inflación en Colombia tocó el 10,84 %, máximo registro anual desde abril de 1999, cuando el dato fue del 11,17 %.
Con este nuevo panorama los analistas vuelven a ser pesimistas sobre lo que sería el comportamiento de los precios en el país, llevando incluso a pensar que la inflación cierre cerca del 12 %.
El grupo de investigaciones económicas de Bancolombia reaccionó al resultado de agosto dando cuenta de un repunte en la expectativa de inflación a cierre de 2022 en un rango entre el 10,8 % y el 11,8 %.
Recordando que parte de la inflación de agosto tuvo su causa en que la renovación de inventario con una mayor tasa de cambio, la finalización de promociones “y los avances en los precios de los servicios públicos y de los arrendamientos llevaron a una nueva tendencia al alza en la formación de precios de la mayoría de bienes y servicios”.
Los otros análisis inflacionarios
Lo cierto también está en que, a diferencia de lo que se pensaba, los alimentos van a seguir marcando la hoja de ruta de la inflación. Los altos costos de producción llevan a que este componente crezca, en la variación anual, al 25 %.
BBVA Research llama la atención en que “la inflación se mantenga presionada al alza en lo que resta del año ante una extensión en las presiones de alimentos y una inflación básica que continuará acelerándose, lo que llevará a una revisión al alza en las estimaciones de inflación de cierre de año de los analistas”.
La situación se torna más crítica cuando se evidencia que la inflación afecta de manera desigual, con más presión a los hogares vulnerables y termina siendo el impuesto más complejo para los colombianos.
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La Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF) recuerda que la inflación anual “para los hogares en condición de pobreza y vulnerabilidad económica ya supera la barrera del 12 %, mientras que para los hogares de ingresos altos la variación se mantiene de un solo dígito (9,3 %)”.
En la medida en que los costos de los insumos para la producción de alimentos sigan altos, la inflación seguirá presionando por ese lado de la canasta básica. Esto también entendiendo que la temporada de lluevas pueda menguar su impacto y relajar, en parte, la inflación de alimentos.