Para dar un paso clave en materia de propuestas rumbo a la presidencia de Estados Unidos, la demócrata Kamala Harris fue a la frontera sur para abordar temas migratorios.
Por esta frontera entre Estados Unidos y México ingresan miles de migrantes, pues está ubicada en Douglas, Arizona y diversos gobiernos norteamericanos han intentado mejorar el control de parte de autoridades.
Harris señaló el proyecto de ley de seguridad fronteriza, el cual se había negociado entre todos los partidos políticos estadounidenses, pero Donald Trump, su mayor oponente, no permitió sacar adelante.
“Fue el proyecto de ley de seguridad fronteriza más fuerte que hemos visto en décadas. Fue respaldado por el sindicato de la Patrulla Fronteriza y debería entrar en vigor hoy, produciendo resultados en tiempo real, ahora mismo, para nuestro país”, expresó la vicepresidenta.
“Pero Donald Trump lo hundió. Levantó el teléfono, llamó a algunos amigos en el Congreso y les dijo: ‘Detengan el proyecto de ley. Prefiere hacer campaña con un problema en lugar de resolverlo. Y el pueblo estadounidense merece un presidente que se preocupe más por la seguridad fronteriza que por jugar juegos políticos y su futuro político personal”, agregó Harris en su discurso en la frontera.
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El republicano destacó los crímenes violentos cometidos por inmigrantes indocumentados, y en medio de su presentación a una multitud en Walker, Michigan, señaló que Harris «provocó estos horrores», de acuerdo con CNN.
“Ella desató estas atrocidades y hay sangre en sus manos a un nivel que, probablemente, nadie haya visto nunca en este país”, dijo.
Trump también volvió a acusar falsamente a los demócratas de permitir que la gente ingrese al país ilegalmente porque “quieren los votos”.
Pero, cabe destacar que los no ciudadanos no pueden votar en las elecciones estadounidenses, un hecho que ignora Trump, quien durante años se ha quejado de un presunto fraude generalizado en las elecciones de 2020, donde ganó Joe Biden.