En mayo de 2024, Colombia registró ventas externas por un total de US$4.446,7 millones FOB, predominando productos combustibles y de la industria extractiva, según datos del DANE y la DIAN.
Este desempeño resalta la significativa participación del país en el mercado internacional. Pero, ¿cómo se regulan los precios a nivel global?
La importancia de los Precios de Transferencia en un mundo globalizado
La globalización y el crecimiento del mundo digital han transformado los mercados internacionales, generando la necesidad de regular la inversión y los movimientos de capital por parte de multinacionales y empresarios en todo el mundo.
De esta necesidad surgen los Precios de Transferencia, los cuales, como explica Daniela Baquero, abogada Senior del área de Precios de Transferencia en Ventus Consultores, tienen el propósito de regular las operaciones entre empresas vinculadas (matrices, subsidiarias o filiales).
Hoy en día, esta regulación permite controlar los precios de venta a nivel mundial, evitando manipulaciones negativas por parte de algunas compañías. Además, promueve la equidad en las transacciones comerciales, sin comprometer la rentabilidad del mercado y garantizando un entorno de plena competencia.
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“Cumplir con una política de Precios de Transferencia es una buena práctica que fomenta la competencia sana entre las empresas dentro de la economía. Esto no solo contribuye al desarrollo del país, sino que también incentiva la inversión extranjera en nuestro territorio”, añade Baquero, subrayando la importancia de esta regulación.
Entre las diversas obligaciones que deben presentarse ante la DIAN anualmente, se encuentra la de Precios de Transferencia, estipulada en el Estatuto Tributario y regulada por la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico).
Los contribuyentes que realicen operaciones con vinculados en el exterior, en zonas francas, o con entidades de baja o nula imposición tributaria, están obligados a cumplir con las normas de precios de mercado.
Sin embargo, la presentación de la declaración informativa de Precios de Transferencia aplica solo para aquellos que en la declaración de renta de 2023 superen un patrimonio bruto de $4.706.500.000, ingresos brutos de $2.870.965.000, o para la documentación comprobatoria de $2.117.925.000.
Es importante recordar que esta es una obligación tributaria, y para este año, el plazo de presentación comienza en septiembre, según el último dígito del NIT, conforme al calendario proporcionado por la entidad administrativa.
El cumplimiento de esta obligación no es solo la presentación de un documento adicional; su correcta gestión previene riesgos de fiscalización por parte de la Autoridad Tributaria, tanto en Precios de Transferencia como en la Declaración de Renta y complementarios.
El incumplimiento de esta normativa puede acarrear sanciones por extemporaneidad, inconsistencias en la información presentada, omisiones, correcciones, o por la no presentación del informe.
