Durante más de 70 años, el Grupo Bios se ha enfocado en fortalecer su portafolio agroindustrial con productos alimenticios no solo para la cadena pecuaria, sino también para mascotas y humanos. En ese propósito, recientemente la compañía comunicó la adquisición de la firma de pescados y mariscos, Antillana.
En entrevista con Valora Analitik, Santiago Piedrahita, presidente de la empresa contó que representa esta compra y cómo avanza el país en la masificación de la producción de insumos clave para el sector que hoy en su mayoría son importados.
Bios es una de las organizaciones de agricultura líderes en Colombia, enfocadas en la cadena de proteína. Dentro de sus procesos, la empresa abarca la siembra, producción de alimento balanceado, mejoramiento genético, producción pecuaria y consumidor final.
“Nuestra estrategia ha sido garantizar la preferencia del consumidor final en términos de proteínas y para esto veíamos que el portafolio amplio era muy importante y que nos faltaban el pescado y los mariscos”, aseguró el empresario.
Antillana facturó en el 2023 cerca de $200.000 millones.
Esta categoría -comentó Bios- es una de las que ha presentado mayores evoluciones en el consumo. “Si uno mira los últimos 10 años en Colombia, el pescado es la segunda proteína que más crece después del cerdo. Además, a nivel global el pescado es la primera”.
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“En este proceso que inició hace tres años encontramos que Antillana era la marca más posicionada de la categoría, venía haciéndolo muy bien desde hace 36 años en el mundo de retail y tenía una oferta súper importante porque más que un productor es un comercializador que se ha dedicado por muchos años a estructurar un portafolio que viene de más de 15 países”, explicó Piedrahita.
Una vez logrado el acuerdo de compra del negocio -y dado que Bios también tiene una posición relevante en nutrición animal y de tilapias en Colombia-, el proceso requería autorización de la Superintendencia.
Finalmente, la entidad avaló la transacción en enero de este año, sin ninguna restricción y hace apenas unos días se cerró la compra del 100 % de las acciones de Antillana, por parte de Bios.
¿Cómo queda Bios con Antillana en su portafolio?
El grupo agroindustrial Bios cuenta con tres verticales de negocio, una de las cuales es la de nutrición humana, donde ha incorporado en el tiempo una oferta robusta de proteínas.
“Hasta ahora, teníamos pollo con marca como Friko; huevos; carnes frías; y también una marca veggi. Además, somos los principales accionistas individuales de La Fazenda, tenemos casi 40 % de participación en la sociedad, que es la marca de cerdo más relevante del país”, explicó el presidente de Bios.
Antillana facturó el año pasado cerca de $200.000 millones y el grupo BIOS algo más de $6 billones, “entonces en el agregado pues no mueve mucho la aguja, pero cuando nos vamos a la vertical de nutrición humana sí esperamos que eso represente un crecimiento cercano al 20 %”.
La línea de negocio más grande para Bios es la de nutrición -con marcas como Contegral-, la cual factura cerca de $4 billones al año.
De todas, la vertical más grande para Bios es la de nutrición y genética animal, la cual factura cerca de $4 billones al año. Por su parte, la de nutrición de mascotas es el 15 % de los ingresos de la firma; y la que tiene las mayores expectativas actuales, la de nutrición humana.
Aunque el portafolio de Bios está concentrado en la venta nacional, con una mínima parte de productos llegando al exterior, con la incorporación de Antillana se empezaría a meter en este segmente. Y es que, en la actualidad, la marca de mariscos y pescado obtiene cerca de un 15 % de sus ingresos de las exportaciones hacia Estados Unidos y Europa.
La dificultad de los insumos del agro
Con respecto al sector en Colombia, Piedrahita reitera que siendo Bios una de las compañías agroindustriales más grandes, la mayoría de los granos esenciales para el alimento de los animales provienen del exterior.
“Colombia hoy importa cerca de 8 millones de toneladas de maíz y soja y la producción que tenemos en el país en términos de maíz está llegando a 1,2 millones de toneladas y en soya 200.000 toneladas”, explica.
Lo que se produce localmente es entonces bajo comparado con el consumo y por lo que es necesario traerlo de los mercados internacionales, principalmente de Brasil, Argentina y Estados Unidos, que son las grandes despensas mundiales de granos.
El presidente de Grupo Bios hace énfasis en que el objetivo como país es aumentar la producción local, pero que eso es un proyecto a largo plazo porque requiere enormes recursos, más de $20.000 millones que lleguen de corto plazo.
“Pero además de la plata, también se requieren tierras, seguridad jurídica y que muchos actores involucren conocimiento porque hay que hacer mejoramiento de las tierras. En ese sentido, se vuelve muy importante atraer a brasileros, argentinos y americanos que son expertos en ese tema”.
Y agrega que solo será factible la sustitución cuando esta sea competitiva, “porque si lo que hacemos es sustituir maíz o soya importado -muy competitivo en mercados internacionales- por productos que sean sembrados de forma ineficiente y costosos, pues al final del día lo que hacemos es encarecer las proteínas para los colombianos y terminamos es aumentando el riesgo de seguridad alimentaria”.