Son varios los factores que pueden hacer que una economía pueda verse mejor en medio de crisis financieras de peso. Colombia, por cuenta de la reapertura paulatina del último mes, empieza a experimentar un cambio. Nueva etapa que, de momento, dejar ver un golpe que podría ser menos grave al esperado.
El diagnóstico lo entrega Andrés Langebaek, director ejecutivo de Estudios Económicos del Grupo Bolívar. Para el analista, son fundamentales los resultados del PMI de junio, datos que demuestran una nueva etapa de la transición económica del país, que también denotan cómo Colombia queda bien parada, incluso, frente a potencias mundiales.
Langebaek trae a colación el hecho de que el PMI del sector manufacturero de junio presentara una expansión del orden de 54,7, por encima de lo que ocurre en Turquía, Francia, Brasil, China, Vietnam e Irlanda.
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En este punto hay que recordar que si una economía está por encima de la barrera del 50, experimenta una fase de expansión; por debajo de ese indicador hay una contracción.
“El PMI se produce para países que representan el 85 % del Producto Interno Bruto (PIB) mundial. Es el indicador más monitoreado del mundo. Las bolsas suben o bajan, muchas veces, dependiendo de lo que diga ese indicador, de ahí que sea fundamental”, explicó el analista.
Para tomar los resultados de este indicador se hacen entrevistas a empresarios sobre cinco indicadores: producción, pedidos, empleo, inventario y tiempos de entrega.
“En el caso particular del PMI de junio lo que nos muestra es que el salto que dio fue muy importante. En el mes pasado, algo en mayo, empezamos a ver la liberación de la actividad económica en la industria. Esa liberación tuvo un impacto positivo, y es una de las mejores noticas que tenemos”, agregó.
Y es que bajo ese panorama la producción industrial en Colombia se enfrentaría a su mejor escenario de los últimos tres meses. En abril el indicador estuvo cercano al -35 %. “El PMI nos permite ver que en mayo fue del -24 % y en junio ya está del orden del -3,4 %”, añadió el director de Estudios Económicos del Grupo Bolívar.
Ese posible mejor escenario se complementa con la visión de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian). ¿Por qué? Porque justamente José Andrés Romero, director de la entidad, aseguró que, en junio, Colombia tomó un respiro en el recaudo, toda vez que mientras se esperaba una caída de $2,6 billones, el resultado final fue de $667.000 millones.
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Proyecciones macro
Aún así, las perspectivas para cierre de 2020 son moderadas. El PIB de Colombia en 2020, según el equipo de Estudios Económicos del Grupo Bolívar, sería de un -6 %, que es más pesimista que la previsión del Gobierno Nacional (-5,5 %), pero mejor que el -7,8 % que plantea el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Hay retos, varios, uno de los más importantes tiene que ver con cómo hará Colombia para mantener el déficit sobre el 8,2 % del PIB en 2020, y bajarlo al 5,1 % en 2021. Esto porque todavía hay incertidumbre por cómo avance la expansión del Covid-19.
“El Marco Fiscal de Mediano Plazo es un buen documento. Estábamos algo perdidos sobre cifras importantes, sobre todo en el tema del gasto en programas para atender la emergencia. Sin embargo, hay que revisar que el Marco habla, sobre todo, de lo que respecta a 2020 y 2021, pero no hay mucha profundidad sobre lo que ocurra en 2022”, reiteró Langebaek.
Para el analista es fundamental que se empiece a hablar de la inminente reforma tributaria, la tercera de este Gobierno, que necesitaría recaudar hasta $20 billones.
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“Hay que hacer la tributaria y una serie de ajustes en la eficiencia del gasto, pues está el riesgo de que perdamos la calificación del grado de inversión. Una vez salgamos de esta situación crítica es necesario tomar medidas fuertes”, afirmó Langebaek, quien agregó que, por el nivel de deuda al que llegará el país por la crisis, se tendrá que hacer un seguimiento juicioso a ese dato.
Por lo demás, el equipo de Estudios Económicos del Grupo Bolívar ve la necesidad de saber “vivir con la pandemia”, acatando las medidas de bioseguridad. Hay que ver cómo se puede retomar más vida productiva, y en caso de ser necesario, cerrar pero de manera focalizada. De esta manera “la curva de afectación se mantendrá en niveles soportables”, concluyó el analista.
