El Ministerio de Comercio de Colombia publicó para comentarios un borrador de decreto que busca modificar parcialmente el arancel para la importación de confecciones en Colombia.
En el documento establece que se fijará un arancel de 40 % a las importaciones de “cualquier origen de nación más favorecida para los productos clasificados en los capítulos 61 y 62 del Arancel de Aduanas Nacional”.
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Por un lado, la Cámara Colombiana de la Confección y Afines recibe con agrado la noticia. Camilo Rodríguez, presidente de la agremiación indica que es “una muy buena noticia pues nosotros desde hace cerca de siete años veníamos pidiendo que se equiparara la cancha entre el mercado externo y el nacional”.
No obstante, hay otros sectores y empresas que manifestaron su desacuerdo con lo planteado por el Gobierno del presidente Gustavo Petro.
“Nosotros recibimos la noticia mal porque aunque somos productores de tela, siempre hemos defendido la cadena textil y no tiene sentido que estén gravando 40 % de las prendas terminadas importadas y también estén peleando los aranceles en los hilos. El arancel en el hilo pesa más o menos 2 % sobre el total de la prenda y acá están gravando el 40 %”, expresó Gustavo Lenis, presidente de Fabricato.
Hay que decir que a partir de la fecha se establecerán 15 días para recibir observaciones sobre la publicación.
Más sobre el debate
El presidente Gustavo Petro aseguró a través de su cuenta de Twitter que la medida que se busca impulsar desde el Ejecutivo “permitirá que pueda despegarse la industria de las confecciones en Colombia”.
En este sentido, Rodríguez de la CCCA, quien apoya la iniciativa, dice que el sector de las confecciones tiene tres grandes eslabones: el de los hilanderos, el de los textiles y el de la confección.
“El eslabón más pequeño y el que menos valor agregado tiene son los hilanderos, ahí nosotros hemos solicitado que se deje en 5 % y no el 10 % actual. Asimismo, el de las telas al día de hoy quedarían igual con un arancel del 10 % y el único que incrementaría es el de la confección que sería un arancel plano del 40 %”, resalta el dirigente gremial.
A su juicio, mientras que de debería reducir el arancel a hilos, pues este sector solo aporta el 2 % de valor agregado, el sector de confecciones es “cerca del 72 % del valor agregado de la prenda”.
“En Colombia el hay un desabastecimiento de 80 % en hilos e hilazas, según cifras del DANE. Es decir, el resto nos toca traerlo importado porque no hay producción nacional. No tiene sentido que Colombia se siga protegiendo de esta parte de los insumos cuando lo que se necesita es defender al eslabón que más genera empleo”, agregó.
En contra de la medida
Si bien la anterior es una de las posturas, varios empresarios creen que sí es necesario proteger a toda la cadena.
“Nosotros defendemos la cadena textil porque en aras de mantener esto armónico, pues hay defender desde el cultivo del algodón hasta la venta en el comercio. El decreto no lo vemos coherente”, expresó el presidente de Fabricato.
Para Lenis, “el decreto puede reactivar la confección, donde ya sabemos que hay un déficit de mano de obra, pero va a generar el efecto inflacionario es total poniéndole un decreto al final de la cadena”.
En otras palabras, dice que “es menos malo ponerle arancel a la importación de tela, que aquí es donde hay un desbalance tremendo porque los demás países tienen aranceles d 40 % pero desde la tela, mientras acá únicamente están defendiendo el sector de la confección”.
“Uno tiene que hacer una evaluación de toda la cadena textil para mirar cómo la dinamiza a toda y no únicamente a confeccionistas”, finalizó el empresario.
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