La compleja situación fiscal por la que atraviesa Colombia este año debido tanto a factores externos como internos, llegó a oídos de todas las entidades públicas del país, las cuales tuvieron que priorizar al máximo los proyectos a ejecutar el próximo año.
Las cuentas del 2020 tienen en este momento al Ministerio de Hacienda haciendo sumas y restas en cada renglón del anteproyecto del Presupuesto General de la Nación (PGN) del 2020, que sería entregado mañana a las comisiones económicas conjuntas de Senado y Cámara.
Y es que, si bien los debates de esta ley solo comenzarán a finales de julio próximo, por ley, el borrador inicial debe remitirse al Congreso durante la primera semana de abril de cada año, para lo cual los técnicos aún están ultimando detalles y cálculos, con el fin de definir la cifra exacta de las rentas y gastos del 2020.
LO JUSTO Y NECESARIO
A pesar de lo anterior, Portafolio pudo establecer que el Presupuesto General de la Nación del 2020 sería de entre $269 billones y $277 billones, siendo esta última cifra el techo máximo de gasto que presentaría mañana el Gobierno.
Así las cosas, el PGN crecería mínimo $10 billones y máximo $18 billones, mientras que el de 2019 aumentó en $24 billones, según afirmó un técnico del Ministerio, quien agregó que estas cifras dan cuenta de la necesidad que tiene hoy el gobierno de Iván Duque de apretarse el cinturón lo más fuerte posible y, de paso, mejorar la calidad del gasto.
De hecho, este diario también conoció una circular enviada a todas las entidades, por parte de Claudia Marcela Numa, directora del Presupuesto Público Nacional del Minhacienda, en la cual se detalla la necesidad de priorizar los gastos que se harían el próximo año, por cuenta de diferentes aspectos como la no consecución de todos los recursos con la ley de financiamiento y la implementación de los acuerdos de paz con las Farc, entre otros.
“Para alcanzar las metas propuestas se requiere (…) de un estricto control del gasto para que la programación presupuestal del 2020, de un compromiso con las metas de reducción del gasto público en el proyecto de Plan Nacional de Desarrollo (PND), y de revisión de los gastos y evaluación de su efectividad, de manera que la programación guarde consistencia con estas metas”, dice en la circular.
Y a renglón seguido detalla que, para lograrlo, el Gobierno deberá “efectuar una rigurosa priorización de las asignaciones y mejorar la calidad en su ejecución. En especial, si se considera que la aprobación de la ley de financiamiento, si bien fue importante, no satisfizo enteramente las expectativas que se tenían, lo cual hace necesaria la austeridad, y manejo riguroso y responsable de los recursos públicos, propendiendo alcanzar la mayor eficiencia posible”.
CALCULADORA EN MANO
Esto, por supuesto, también va de la mano con diferentes necesidades que se le vienen al Estado colombiano para el próximo año, tales como la materialización de las políticas trazadas en el PND que se apruebe este año, el pago de vigencias futuras, la atención de créditos firmados, el acatamiento de la ley de víctimas, el pago de sentencias contra el Estado, los mandatos de las altas cortes y la implementación de los acuerdos de paz, entre muchas otras.
Esto sin contar con la atención de los 1,5 millones de venezolanos que, para entonces, se calcula que hayan llegado a territorio colombiano, y para lo cual el Comité Consultivo de la Regla Fiscal le autorizó al país endeudarse por otros $3 billones este año, pero para el próximo solo le habilitó $1 billón adicional.
A este cóctel fiscal se suma la entrada en vigencia, el próximo año, de los nuevos beneficios tributarios para las empresas, entre los cuales están la reducción de la tarifa del impuesto de renta a 32%, la posibilidad de deducir el 50% de los impuestos de industria y comercio y del 4 x 1.000 y el descuento del 100% del IVA pagado sobre los bienes de capital.
Estas ‘gabelas’ llevarán a que el Gobierno deje de recibir unos $8 billones en el 2020, es decir, el equivalente a toda la partida que se le aprobó al Ministerio de Transporte en el 2019. Este panorama le abre al país una arista más para coordinar la diferencia entre ingresos y gastos, y que no le suceda como en el PGN de este año, en el que no pudo financiar $14 billones.
Dicho escenario deja al país en vilo sobre cómo cuadrar la caja en el 2020, y de ahí en adelante, duda que también tienen centros de estudios, actores del mercado y calificadoras de riesgo, las cuales –según algunos analistas– podrían quitarle el grado de inversión al país el próximo año.
CALENDARIO DE LA LEY
- En la primera semana de abril se envía el primer borrador al Congreso.
- De abril a julio se ultiman detalles de las partidas de inversión y pago de deuda.
- Entre el 20 y el 29 de julio se debe radicar el proyecto de ley de Presu- puesto en el Congreso.
- Antes del 25 de septiembre deberá ser aprobado por las comisiones económicas conjuntas del Congreso.
- El 20 de octubre, como máximo, debe quedar aprobado todo el proyecto.