Tras la derrota del gobierno de Gustavo Petro en el Congreso, con el hundimiento de la ley de financiamiento o reforma tributaria, comienzan a surgir preguntas sobre las acciones necesarias para ajustar las cuentas.
Esta ley, como su nombre lo indica, tenía como objetivo generar recursos adicionales para el Presupuesto de 2025. Inicialmente, el proyecto aspiraba a recaudar $12 billones, pero luego se redujo su meta a $9,5 billones.
Cabe mencionar que el debate también estuvo salpicado por la salida del autor principal, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, y la llegada de Diego Guevara como nuevo jefe de cartera.
Según el director de Planeación Nacional, Alexander López, los recursos iban estrictamente a inversión social: “Los $12 billones iban dirigidos a las clases medias y sectores populares, para sostener el deporte, subsidios de servicios públicos y la cultura, además de para la Policía”, dijo López en entrevista con Caracol Tv.
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¿Cómo están las cuentas del Gobierno?
Una de las grandes quejas de la oposición es la baja ejecución que tiene algunos ministerios y que el dinero se guarda en fiducias. Frente a ello, López aclaró la cifra: “Se tienen $92 billones, pero son recursos que se tienen que pagar. Son $15 billones de deuda que se pagan a final de año; $42 billones para transferencias al Sistema General de Participaciones, al pago de pensiones y el traslado a otros sectores; $28 billones que tuvimos que recortar del presupuesto por bajo recaudo y porque finalmente hemos cumplido obligaciones de $156 billones del gobierno anterior”.
Además, el funcionario respondió a una de las críticas dirigidas al Gobierno, relacionada con la posibilidad de recortar recursos provenientes de embajadas robustas y otros gastos burocráticos considerados innecesarios.
López minimizó el impacto de estos ajustes, señalando que representan un gasto menor en el contexto general del presupuesto. Finalmente dijo: “El golpe no se lo han dado a Petro ni al Gobierno”, pero enfatizó que antes de finalizar el año será necesario expedir un decreto para garantizar el presupuesto de 2025, aunque eso implique un aplazamiento de $12 billones.
Por otro lado, advirtió que los principales perjudicados tras la caída del proyecto serán los habitantes de la región Caribe, ya que la iniciativa contemplaba la implementación de una opción tarifaria para los servicios públicos, lo que habría aliviado la carga económica de muchos hogares.
Expertos y políticos sobre las finanzas de Colombia
El hundimiento de la ley de financiamiento ha generado reacciones en diversos sectores. El ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, calificó la decisión de las comisiones económicas del Senado y la Cámara como «lamentable», señalando que se esperaba un debate profundo sobre el tema y no un archivo apresurado.
Por su parte, Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, advirtió que la reforma tributaria no soluciona el problema estructural de las finanzas públicas, que radica en un gasto público excesivo frente a la capacidad de generación de ingresos. Mejía estimó que el Gobierno deberá ajustar el presupuesto de 2025 en al menos $37 billones, una cifra superior al ajuste de $33 billones realizado este año. Según sus cálculos, la versión más reciente de la reforma apenas generaría $3 billones en nuevos ingresos, incluyendo medidas polémicas como el aumento gradual del impuesto al carbono, que impactará negativamente al sector productivo.
Además, Mejía criticó la exclusión de una medida clave del proyecto original: el IVA para los juegos de suerte y azar digitales, lo que, según el Ministerio de Hacienda, representa una pérdida de ingresos potencial cercana a $2 billones. Mientras tanto, otras disposiciones, como el «dividendo mínimo presuntivo», introducen nuevas cargas sin abordar los problemas fiscales de fondo.
Por su lado, el exministro de Hacienda y Agricultura, Juan Camilo Restrepo, también se pronunció sobre la situación: “Hay un problema de liquidez tremendo y un desorden monumental en las finanzas públicas. No es correcto decir que la caída de una reforma que recaudaría $3 billones estropean un programa de $37 billones”, afirmó Restrepo, cuestionando las palabras del director de Planeación Nacional.
Así las cosas, con un presupuesto para 2025 estimado en $511 billones, una cifra inferior a los $523 billones originalmente proyectados, el Gobierno deberá encontrar alternativas para equilibrar las finanzas y cumplir con sus compromisos fiscales en un entorno de creciente presión económica.
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