Luego de publicarse el dato de Producto Interno Bruto (PIB) de Brasil, el Ministerio de Hacienda de ese manifestó que los datos impulsarían al alza la estimación del indicador para el año 2024, que actualmente se encuentra en 3,3 %.
De acuerdo con el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), la economía del país suramericano creció un 0,9 % en el tercer trimestre del año.
No obstante, si bien la cifra estuvo en línea con las expectativas del mercado, fue menor a la del primer (1,4 %) y segundo trimestre (1,1 %).
El crecimiento del tercer trimestre de 2024 de la economía de Brasil estuvo impulsado por el buen desempeño de la industria manufacturera y de la construcción y el crecimiento en la prestación de diversos servicios, lo que se reflejó, desde el punto de vista de la demanda, “en una fuerte expansión de consumo de los hogares y, principalmente, inversión”, según la entidad medidora.
¿Qué se espera en adelante para la economía de Brasil?
Teniendo en cuenta lo anterior, en una nota publicada por la Secretaría de Política Económica (SPE) del Ministerio de Hacienda de Brasil se dijo que la actividad económica debería seguir creciendo en el próximo trimestre, aunque con una desaceleración en el margen.
“Una política monetaria más contractiva debería restringir el ritmo de expansión de las concesiones crediticias y las inversiones, pero a pesar de ello, se esperan impulsos positivos del mercado laboral, que debería seguir siendo resiliente, estimulando la producción y el consumo familiar”, se lee en el documento.
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Y es que, con respecto al mercado laboral, hay que mencionar que a finales de noviembre se conoció que el país alcanzó la tasa más baja de desempleo desde 2012, tras situarse en 6,2 %.
Para el Ministerio de Hacienda hay buenas perspectivas para 2025en sectores menos cíclicos, como la agricultura y la producción extractiva. En el análisis de la SPE, el buen comportamiento de estas actividades debería ayudar a mitigar la esperada desaceleración de las actividades cíclicas, más impactadas por el aumento de los tipos de interés y los menores estímulos fiscales.
