Tras la polémica por la instalación de medidores inteligentes, el gobierno está impulsado con más fuerza una reforma a la Ley de Distribución. Expertos señalan que la rentabilidad de las energéticas puede reducirse de 10% a 7% como ya ocurrió en transmisión y en distribución de gas.
La reforma de distribución eléctrica, que planea ingresar en los próximos meses el Ministerio de Energía, busca introducir cambios a un modelo que data de 1982 sin cambios relevantes. Todo, en medio de una de las mayores polémicas de los últimos años en esta industria: la instalación de medidores inteligentes.
El tema se viene discutiendo desde hace más de cinco años y, según diversos expertos consultados, es una de las grandes deudas pendientes de la regulación energética. Los ejes de esta reforma serían tres: liberar el negocio de comercialización (creando una figura que hoy no existe en la normativa), cambiar el modelo de empresa eficiente (que es como se determina la tarifa) y, finalmente, modificar la utilidad de las distribuidoras, fijada en 10% desde hace más de 37 años.
Sin embargo, dicho proyecto de ley ha tenido mayor relevancia luego de toda la polémica por medidores inteligentes, donde cercanos al gobierno señalaron que se le está dando más fuerza e impulso. La fecha para ingresarlo sigue manteniéndose como se había anunciado y será a fines de este año, pero podría adelantarse.
En Chile, el mercado de distribución opera como un monopolio regulado. Para tarificarlo se establece una empresa modelo, que no existe, es la más eficiente y se remunera a través del Valor Agregado de Distribución (VAD). Este indicador se modifica cada cuatro años e incluye la inversión y gestión de las energéticas.
Hace algunas semanas, la ministra de Energía, Susana Jiménez, ratificó el compromiso con modificar este punto, señalando que “el Ministerio de Energía está trabajando en un proyecto de ley que reforma el sector distribución eléctrica (…). En esta propuesta se revisarán elementos claves del proceso tarifario, como la rentabilidad de las empresas distribuidoras”.
(Tomado de La Tercera)