La historia entre el Grupo Gilinski y el Grupo Empresarial Antioqueño (GEA) por el control de Sura y Nutresa pasa por una ‘tensa calma’ luego de casi seis meses de puja por el control de estas empresas, pero en medio de la tercera oferta pública de adquisición (OPA) por la compañía de alimentos, la cual terminará en seis días. Vea más noticias empresariales
Si bien el conglomerado que controla el empresario caleño Jaime Gilinski ha obtenido unos $4,8 billones (cerca de US$1.200 millones) en ganancias tras tres OPA que ha lanzado por Sura y Nutresa desde noviembre de 2021, ha desembolsado más de US$2.599 millones, es decir más del doble, para poder destrabar el enroque del GEA, un objetivo que no ha logrado en su totalidad, pues más allá de las ganancias económicas, sigue sin tener las mayorías en las juntas directivas de ambas empresas y está muy lejos de lograrlo a pesar de las billonarias ofertas.
Esto pues de los 14 puestos en los máximos órganos directivos de Sura y Nutresa (siete puestos en cada una), Gilinski solo ha logrado cuatro (dos respectivamente en cada empresa), lo que es un 28,5% en ambas juntas y dista de lograr la mayoría y el control que presuponía iba a tener con sus ofertas.
Además, y a pesar del atractivo de estas OPA para muchos inversores que vieron una oportunidad de lograr ganancias y destrabar el valor que se vio impactado tras la pandemia, en el mercado sigue la desazón, especialmente para quienes vendieron en las primeras ofertas (fondos de pensiones e inversores locales y extranjeros, entre ellos). Esto pues en el caso de Nutresa, por ejemplo, la primera OPA se dio a un precio inferior a $30.000 por acción, mientras que en la primera semana de mayo el precio de la acción tocó los $50.000 y se mantiene cerca de estos niveles.
Carolina Méndez, experta en mercado de capitales de la Universidad de los Andes, explica sobre esto que, si bien los fondos de pensiones decidieron vender en su mayoría por el deber fiduciario con sus ahorradores y las ganancias que de por sí ya obtenían, “lo cierto es que el mercado está demostrando que el valor de estas empresas era mucho más alto que las primeras ofertas, por lo que quizás se puede decir que se apresuraron, aunque era muy difícil saber que vendrían más ofertas. Cumplieron con su deber como inversores, pero la realidad muestra otros valores, que perdieron mayores ganancias de haberse mantenido, pero eso sí, difíciles de predecir en su momento”.
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Posiciones de analistas en Colombia ante OPA de Gilinski por Sura y Nutresa
Valora Analitik habló con varios analistas que han seguido de cerca el desarrollo de estas ofertas tras seis meses de movimiento en el mercado local para conocer sus posturas.
Yovanny Conde, cofundador de Finxard
Para Conde, cofundador de Finxard, el negocio deja ver que “Gilinski ha ganado mucho dinero con su movida en Nutresa y Sura, pero desde ese punto de vista el GEA también se ha visto beneficiado, ya que el precio de sus acciones ha tenido un impacto positivo fruto de ese movimiento; lo cierto es que para materializar esos beneficios Gilinski debe vender sus inversiones, o el GEA tener los socios estratégicos de los que han hablado”.
Por otro lado, Conde destaca que en cuanto al precio de Grupo Sura caben las dos posibilidades; “que sea Gilinski el que está comprando en cuerpo ajeno por intermedio de Servivalores para ampliar su participación: su promedio de compra es bajo por lo que el costo de incrementarla no sería representativo en el neto. Por el otro lado está el GEA, ya que, una vez terminado el bloqueo fruto de las OPA, ellos podrían seguir ejecutando su programa de recompra de acciones, ya no como generación de valor al accionista, si no para obstruir a Gilinski, incluso diluirlo si lo ven al tope de deuda, con ello alejan la posibilidad de una demanda en su contra bajo el argumento del deber fiduciario de Grupo Argos al negarse a vender su participación; es evidente la hostilidad entre los dos grupos y así difícilmente podrán crear sinergias”.
El caso de Nutresa es distinto; la tasa de crecimiento anual compuesta de sus ingresos es cercana al 8% en los últimos cinco años y actualmente tiene el mejor ROE de su historia, es una compañía de un sector defensivo, anticíclico; un inversionista de la talla de Gilinski es afortunado al tenerla en su portafolio, pero Nutresa juega un papel importante en el enroque del GEA ya que, así como Grupo Sura, de ella también depende el control del grupo. Es difícil saber si Gilinski contempla una nueva OPA por ella, si bien el precio alcanzó máximos históricos recientemente, su valoración no lo ha hecho si lo comparamos con múltiplos históricos como el EV/Ventas, EV/Ebit o EV/Ebitda, concluyó Conde.
Sebastián Toro, fundador de Arena Alfa
Toro de Arena Alfa, coincide en que los actuales movimientos en el mercado “le convienen a tres partes: el mismo Gilinski tratando de conservar alto el precio y recogiendo todo lo que pueda en el mercado, alguien del GEA intentando conseguir mayores participaciones o incluso las mismas empresas haciendo recompra para conservar el precio y evitar que se dé otra OPA”.
En términos de la operación como tal para Gilinski destaca que “sí es negocio, con una estrategia escalonada y él está ganando buen dinero con sus inversiones en Sura y Nutresa, pero si fuera a vender, ¿a quién le vendería?, es decir, él mismo subió el precio artificialmente y esos negocios no son buenos hasta que se cierran finalmente”.
Para Toro, otro factor para tener en cuenta es que él no ha terminado en su propósito, “en Sura puede que sí, pero en Nutresa quiere tener el control y seguirá peleándolo, primero por las partes legales, haciendo ver mal al GEA (a Grupo Argos quien no ha vendido), pero ahí no va a conseguir nada porque nadie está obligado a vender, no sé si el mecanismo sea otra OPA o con su papel en las juntas se convierta en obstáculo para otros planes de las compañías. El GEA no va a vender, por lo que está difícil, pero tocará estar atento a sus próximos movimientos”.
Alexander Ríos, fundador de Inverxia
Para Alexander Ríos, fundador de Inverxia, tras las OPA, el flotante está sumamente reducido en Nutresa, y como se observa en la baja aceptación de la tercera oferta, los accionistas que quedan pueden tener motivaciones adicionales a las económicas que hacen que no se venda (tienen interés en el core de negocio de las compañías). Por tanto, no se puede descartar que esos mismos participantes de mercado suban el precio para hacer menos atractiva la operación.
Por otro lado, si bien Gilinski tiene interés de tener el mayor control posible en Nutresa, no se puede obviar la importancia de los dos puestos que ya tiene y que le permiten tomar la posición de inversor activista con lo que esto conlleva (proposiciones en junta de otras ideas u estrategias de negocio, aporte de valor a nivel de procesos y optimización de estrategia de negocio). “Esos dos puestos, junto con el posible aporte de los independientes, abre espacios para tener un aporte de valor como accionista activista. Seguramente puede seguir intentando tener más control, pero no es nada despreciable lo que ya logró”, dijo.
Respecto al tema de los fondos de pensiones, si bien Ríos al igual que la profesora Méndez coincide en que estos se encontraban en una posición difícil, “estos actuaron con información disponible y viendo oportunidades de reinversión en otros instrumentos de renta fija y renta variable, o exteriores para blindar riesgo político. Nadie garantizaba en medio de la primera OPA que iban a hacer dos más. En ese escenario, la estrategia de los fondos debe evaluarse considerando los rendimientos de reinversiones en otros instrumentos, lo cual puede hacerse con los rendimientos globales de los fondos”, destacó Ríos.
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La defensa de los accionistas minoritarios
La encrucijada de Gilinski tras las OPA por Sura y Nutresa se acentúa pues además de las posiciones en contra de los principales accionistas del GEA, tampoco ha sido bien recibido por accionistas minoritarios que se han manifestado en las asambleas ordinarias y extraordinarias este año, pues para ellos las propuestas del dueño de GNB Sudameris han sido poco claras e, incluso, perjudicaron a aquellos quienes decidieron vender ante los primeros ofrecimientos.
En las asambleas de Sura y Nutresa, por ejemplo, varios accionistas minoritarios invitaron a no vender sus títulos en la compañía, al igual que en las otras organizaciones del GEA pues existe la sensación de que no se está ofreciendo un precio acorde con el valor real que tienen las empresas y que el mismo Gilinski estaría desconociendo al aumentar en las sucesivas ofertas.
“No fueron claros de que sí, las empresas valían mucho más de lo que inicialmente dijeron”, dijo hoy uno de ellos refiriéndose a las diferentes ofertas que ha dado el Grupo Gilinski, “afectando a quienes vendieron en la primera oferta”, manifestó uno de ellos en una reciente reunión.
En la reunión de Grupo Argos, otro accionista replicó ante el pedido de Gilinski para que su Junta evaluara con independencia sobre el ofrecimiento que: “la segunda oferta, entonces, ¿cómo sabemos que era la correcta? Porque cada vez el valor asciende, entonces nunca vamos a saber nosotros los minoritarios cuál es el verdadero valor”.
De esta manera, Jaime Gilinski y su conglomerado siguen en la lucha por un mayor control tras las OPA en Sura y Nutresa, en busca de sus objetivos. El próximo suceso relevante en esta historia será el fin de la tercera oferta por Nutresa el 16 de mayo para conocer que hará el empresario caleño, uno de los hombres más ricos de Colombia.
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