Gerente BanRep: Mayoría de la Junta no ve conveniente bajar tasas para subirlas en lapso relativamente corto 

El gerente del Banco de la República, Leonardo Villar, se refirió a por qué no se bajaron tasas en la más reciente Junta.

Analistas creen que recorte de tasas y uso de crédito flexible del FMI en Colombia son una buena señal para la economía

El gerente técnico del Banco de la República, Hernando Vargas, detalló el más reciente Informe de Política monetaria en el que el que se mejoró el pronóstico de caída del PIB de Colombia en 2020 (del –7,6 % al -7,2 %) y se empeoró el rebote de la actividad económica para 2021 (que pasó de 4,6 % a 4,5 %). Con el escenario base, Vargas dijo que es conveniente pensar en una política monetaria más expansiva. 

Vargas empezó diciendo que este nuevo Informe de Política Monetaria se construye con base en una apertura gradual de sectores de la economía nacional, afectados en un principio por la aparición del coronavirus.   

Explicó que todavía hay una enorme incertidumbre y el pronóstico no tiene una distribución de probabilidad. Eso sí, añadió que los factores de oferta y demanda explicarían la situación actual, pero los segundos “estarían primando sobre los primeros” en términos de la evolución de la inflación y de la actividad económica.   

Dijo Vargas que, bajo estos pronósticos, y teniendo en cuenta los excesos de capacidad productiva y pronósticos de inflación por debajo de la meta, se requiere de una postura expansiva de la política monetaria.   

Sobre posibles factores de riesgo que afecten la tasa de interés se tiene en cuenta la evolución y las medidas que las autoridades tomen para reducir el efecto sobre la salud pública. También habrá que tener en cuenta la evolución de las condiciones financieras externas y su efecto en la tasa de cambio.   

Respecto a la postura expuesta por Vargas, Leonardo Villar, gerente del Banco de la República, aseguró que “el balance de riesgos es diferente para cada uno de los miembros de la Junta. Una consideración importante, del grupo mayoritario, es que la perspectiva de inflación baja se revertiría en el futuro, por lo que no sería conveniente bajar tasas para subirlas en un lapso relativamente corto”. 

Agregó Vargas que al escenario de incertidumbre se adicionan condiciones financieras externas e internas: el acceso al financiamiento externo sigue siendo estudiado; además, claro está, el cómo puedan avanzar los planes de vacunación en Colombia.   

Gráfica sobre la tasa de interés de política monetaria

“Hay rangos todavía bastante amplios en nuestros pronósticos, y vemos que la inflación está por debajo de la meta en 2021 y converge lentamente hacia la meta en 2022. La brecha de producto es negativa y los excesos de capacidad perduran hasta 2022”, dijo Vargas.   

El gerente técnico llamó la atención en que hay fenómenos que han cambiado respecto al estudio que se entregó en octubre del año pasado: la recuperación del PIB de Colombia en el segundo semestre, por ejemplo, habría sido «más vigorosa que lo previsto».   

En el contexto internacional, Vargas dijo que este año la demanda externa se recuperaría aunque no a niveles de precrisis. Se esperan diferencias marcadas en la recuperación entre países en parte por sus posibilidades de controlar la pandemia.   

Con esto, la recuperación y crecimiento de las economías de los socios comerciales están mejor de lo esperado: ya no caerán 7,6 sino 7,1 %. Complementado lo anterior con el hecho de que el supuesto del precio del barril Brent de petróleo esté en los US$53 (frente al US$42 que se tenía como pronóstico en el informe de octubre de 2020), aunque se espera que la recuperación se mantenga latente, hay un sesgo a la baja en el corto plazo.   

Así mismo, el equipo técnico del Banco de la República ve que en las economías avanzadas sostengan una política monetaria expansiva entre 2021 y 2022, la Reserva Federal la mantendría entre el 0 % y el 0,25 %.   

Supone bajo ese escenario macroeconómico internacional que Colombia mantendría el acceso al financiamiento externo, aunque la prima de riesgo en el mediano plazo “alcanzaría niveles superiores a los actuales y a los de prepandemia”, dijo Vargas.   

Adicionalmente, “sorpresas a la baja y tendencia decreciente de la inflación básica sugiere grandes excesos de capacidad que se estiman persistentes”, por lo que la brecha del producto se estima en –6,3 % para 2020.   

Agregó Vargas que la tasa de interés de política monetaria se va a mantener en mínimos históricos y hay una postura que se estima expansiva: la tasa de interés real neutral llega a ser del 1,3 % en 2020.  

De otro lado, el informe da cuenta de que la amplia brecha de producto negativa de 2020 comenzaría a cerrarse en 2021, esto por la tendencia a la baja de la inflación; mientras que los excesos de capacidad continuarán hasta 2022.  

“La segunda ola del Covid-19 y las medidas de salud pública implican afectaciones tanto de la oferta como de la demanda”, añadió Vargas.   

Para el mercado laboral, la proyección de desempleo revisada a la baja 14 % en promedio en un rango entre 12,5 % y 15,5 % en 2021, sigue siendo un dato alto para seguir de cerca. 

 

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