En el marco del Décimo Congreso de Asofiduciarias, el gerente del Banco de la República, Leonardo Villar, se refirió a la política monetaria de Colombia, a la inflación y a la tasa de cambio.
En este caso, el funcionario señaló que el descenso de la inflación es uno de los puntos más relevantes que permitiría la reducción de la tasa de interés.
“Bajar la inflación es indispensable para que la tasa de interés ceda y para estimular la inversión”, dijo Villar. Además, mencionó que estos niveles de la inflación en Colombia son «inaceptablemente altos».
“Hay que decir en cualquier caso que la inflación se encuentra aún en niveles inaceptablemente altos, muy alejados de la meta de 3 % que ha establecido el banco (de la República)”, agregó.
Cabe resaltar que la inflación anual 12 meses en Colombia se ubicó en el 10,48 % a octubre, según datos del DANE. Esto ha representado un descenso por séptimo mes consecutivo, aunque a menor ritmo.
Villar dijo ante los asistentes al evento de Asofiduciarias que «pese a los niveles favorables recientes, las inflaciones básicas muestran que Colombia se encuentra rezagada en la convergencia de la inflación total hacia la meta de 3 %».
Factores que destaca el gerente del Banco de la República sobre inflación
Dentro de su presentación, el gerente del Banco de la República, Leonardo Villar, anunció cuatro factores que pueden ser cruciales para la inflación en Colombia.
El primero tiene que ver con el comportamiento del precio de los alimentos. “Resulta destacable que en los meses más recientes sigue estando representada por este rubro, el 10,8 % en octubre es positivo, es mayor que el conjunto de la inflación de alimentos”, agregó.
Además, mencionó que aún no se han empezado a reducir las presiones inflacionarias en la canasta familiar y resaltó que esto ha hecho que siga creciendo el conjunto de inflación.
Sin embargo, advirtió que «no hemos tenido una destorcida del incremento tan impresionante de los precios de los alimentos en los dos años anteriores«.
El segundo elemento tiene que ver con el comportamiento del precio de los regulados que han aumentado de manera importante. “Han llegado a más del 15 %, especialmente por los ajustes al alza de la gasolina», mencionó.
El tercero tiene que ver con los mecanismos de indexación que se dan a inicio de cada año.
“El ajuste anual del salario mínimo ha sido más alta que la inflación observada”, dijo tras decir que «los mecanismos de indexación que son más fuentes en Colombia» que en otros países, entre ellos el aumento del salario mínimo que ha tenido efecto en muchos otros rubros como la salud, entre otros.
Esos ajustes, dijo el funcionario, obligan a una política monetaria más restrictiva para tener éxito en la meta de combatir la inflación.
Y el cuarto factor tiene que ver con la depreciación del peso colombiano en los últimos meses. “La tasa de cambio ha tenido un fuerte ajuste a la baja, que contribuirá a hacer más fluido el proceso de bajar la inflación”, puntualizó.
Falso dilema entre inflación y crecimiento
Villar señaló que hay un falso dilema sobre crecimiento e inflación.
Al respecto dijo: «En las discusiones públicas y en la política mundial se plantea con frecuencia un dilema entre la búsqueda de una menor inflación y el costo que ello tiene en el crecimiento económico. Creo sinceramente, como lo he dicho en muchas oportunidades y en diversos contextos, que se trata de un falso dilema. La alternativa que tenemos no es la de bajar la inflación o crecer más. Por el contrario, bajar la inflación es indispensable para que tengamos nuevamente tasas de interés de largo plazo en niveles bajos, estímulos de inversión y para aumentar el crecimiento a mediano y largo plazo, aun si eso significa sacrificar algo de crecimiento en el corto plazo».
«Insisto, además -dijo- en que el proceso de contracción monetaria se da en un contexto en que, si bien es cierto que la tasa de crecimiento de la economía está baja, el nivel de la economía está por encima de la tendencia, ha estado por encima de la tendencia durante los últimos dos años o dos años y medio y eso implica que está en una fase de auge, por decirlo así, en el nivel de actividad económica respecto a lo que es el normal de la economía colombiana».
El dolor de los bancos
Los niveles de crédito se han estabilizado frente a los registrados un año atrás, pero reconoció que hay un impacto de deterioro en la calidad de la cartera y los establecimientos de crédito han tenido que hacer provisiones más altas.
Las ganancias de esas entidades del sistema financiero, dijo el gerente del emisor colombiano, van a ser la mitad de lo que fueron en 2022, pero consideró que se trata de un proceso de ajuste que “era necesario”, aunque doloroso y que no podía ser diferido en el tiempo para evitar temas como la crisis hipotecaria de finales de los 90.