
El gasto de los hogares en Colombia mantuvo su crecimiento en febrero de 2025, según el más reciente informe de Raddar.
La medición de Gastometría indica que el gasto total de los hogares alcanzó los $94,9 billones, lo que representa un crecimiento nominal del 6,41 % en comparación con el mismo mes de 2024, cuando la cifra fue de $89,2 billones.
En términos reales, el aumento anual fue del 1,08 %, manteniéndose en terreno positivo, pero reflejando una recuperación lenta en el inicio del año.
Factores que impulsaron el gasto en febrero
El reporte destaca que la colocación de crédito, sumando tarjetas de crédito, créditos de consumo de libre destinación e hipotecarios, creció un 32,1 % anual. Este incremento fue impulsado principalmente por el crédito hipotecario, que aumentó un 65,1 % frente al año pasado.
Asimismo, eventos estacionales como la temporada escolar, San Valentín y actividades de entretenimiento –incluyendo los conciertos de Shakira y los Carnavales de Barranquilla– contribuyeron a dinamizar el gasto en febrero.

Servicios ganan terreno en el presupuesto de los hogares
Uno de los aspectos más relevantes del informe es el creciente peso de los servicios dentro del gasto familiar, los cuales representan aproximadamente el 48 % del total.
El informe sostiene que debido al fuerte incremento en sus precios, los hogares han tenido que destinar una mayor proporción de su presupuesto a estos, reduciendo su consumo de bienes, especialmente los bienes durables, que han sido los más afectados en esta reconfiguración del consumo.
“En particular, los servicios supervisados, que presentan las mayores presiones inflacionarias, han mostrado un crecimiento más pronunciado dentro de la distribución del gasto”, se lee en el documento.

Perspectivas y desafíos
A pesar del crecimiento positivo, el informe señala que la inflación en los servicios sigue presionando el bolsillo de los colombianos, limitando el ritmo de recuperación del gasto. Además, se destaca que los últimos febreros han mostrado una mejor dinámica frente al promedio histórico, lo que podría indicar un cambio de ciclo económico tras la pandemia.
En este contexto, el comportamiento del gasto en los próximos meses dependerá de la evolución de la inflación, las tasas de interés y la capacidad de compra de los hogares, factores clave para determinar si la recuperación del consumo logrará consolidarse en 2025.
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