El gas GLP, más conocido como el gas de cilindro o ‘propano’, es un combustible que brinda muchos beneficios sociales y ambientales en Colombia y el mundo, y que ha penetrado las zonas urbanas o rurales con más difícil acceso; es decir, llega a lugares remotos en donde otras energías difícilmente pueden hacerlo.
De acuerdo con la Asociación Gremial Colombiana de Comercializadores de Gas (Agremgas), al GLP se le conoce popularmente como “el gas de los cilindros”, una solución energética que ha brindado mejora en la calidad de vida y salud de las familias que, en el pasado, sufrieron episodios de quemaduras de mujeres y niños con combustibles -considerados como peligrosos y contaminantes- como el cocinol.
También reduce los riesgos de otros combustibles que se usan como los fogones de leña, altamente nocivos para la salud y que son, en su mayoría, causantes de enfermedades respiratorias como el EPOC, que le cuestan $3 billones al año al sistema de salud pública nacional, de acuerdo con cifras de Agremgas.
Con la llegada del gas GLP a las regiones y lugares remotos en Colombia, se le abrió la puerta a una alternativa diferente que entrega los mismos resultados para las actividades domésticas, como la cocción de alimentos, pero de manera más eficiente, responsable con el medio ambiente y la salud de la población.
Esto, además, permitió reducir drásticamente los accidentes (quemaduras, intoxicaciones, entre otros) e impulsó la mejora en calidad de vida con gran impacto social y sanitario.
¿Quiénes usan el gas GLP en Colombia?
En el mundo, al menos, 3.000 millones de personas utilizan el gas GLP, con una demanda total de 316 millones de toneladas utilizadas, principalmente, para los sectores residencial (44%), petroquímico (27,6%), industrial (9,9%), refinerías (9,4%), transporte (7,7%) y agricultura (1%), con base a datos de Wlpga y Argus Media.
En Colombia, el consumo de gas GLP fue de 700 millones de kilogramos en todo 2021, lo que permitió tener una cobertura a 3,4 millones de hogares (12 millones de personas aproximadamente); logrando cubrir las necesidades de más de 1.000 municipios.
De acuerdo con Agremgas, el mercado residencial atiende a las clases más populares del país (las familias más vulnerables): la población con Sisbén y que está en los estratos uno y dos (esto corresponde al 70 % del mercado residencial de cilindros).
“Es un núcleo poblacional de bajos ingresos, con grandes necesidades de mejora de calidad de vida, ingresos inestables e informales y muchas veces sin domicilio fijo, ubicadas en las grandes capitales y en las regiones apartadas del territorio colombiano”, recalcó el gremio.
Así las cosas, el gas GLP tiene su mercado concentrado; es decir, más del 50 % de las ventas de GLP se concentran en Antioquia (17 %), Cundinamarca (12 %), Valle del Cauca (9 %), Nariño (8 %) y Bogotá D.C. (7 %).
Además, vale la pena recalcar que atiende, principalmente, al sector residencial con 3’400.000 familias equivalentes a 12’000.000 de usuarios (70 % – 72 % del mercado), industrial (18 %) y comercial (8 %).
Los beneficios del Gas GLP
De acuerdo con el presidente de la Asociación Gremial Colombiana de Comercializadores de Gas (Agremgas), Luis Felipe Gómez, el gas GLP es el motor de muchas industrias y comercios, impulsando la actividad de familias que día a día salen a buscar su ingreso para lograr su sustento. Adicionalmente, el sector de GLP genera más de 5.500 empleos directos y el doble de indirectos en Colombia.
Como se sabe, el país tiene importantes reservas de gas, proceso del cual se obtiene el gas natural y el GLP, ambos muy importantes y complementarios en la transición energética, que generan enorme riqueza al país. «Es el segundo energético más usado en cocción por las familias colombianas y es motor para el impulso económico de la industria y el comercio», precisó Gómez.
Para el gremio, el gas GLP no se trata solo de cilindros; en cambio sí debe ser tenido en cuenta como alternativa para el desarrollo de los usos descritos, por sus ventajas y eficiencias frente a otros energéticos.