El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, respondió a las preocupaciones sobre un posible escenario sin agua, energía e incluso de gas en Bogotá para el año entrante.
En cuanto al agua, el mandatario destacó en entrevista con El Tiempo los avances en la optimización de la Planta de Tratamiento Tibitoc y la posible ampliación de la concesión del Agregado Norte. También mencionó obras a largo plazo, como Chingaza Norte y Sur, y alternativas como aguas subterráneas y la reutilización de aguas servidas.
Dentro de las obras que se evalúan para atender el problema dijo: “Estamos mirando alternativas de largo plazo, las obras grandes que hay que hacer en el sistema en Bogotá y sus alrededores, bien sea Chingaza Norte, Sur; también analizar aguas subterráneas y la reutilización de aguas servidas; las que se tratan hoy en la planta de Salitre pueden parcialmente utilizarse en usos no potables”.
El alcalde dijo que esta situación lo tomó por sorpresa y que en el empalme no se habló de la coyuntura que ya mostraba una situación difícil, crítica.
“Cuando llegamos Chingaza está en un 41 % de su nivel, históricamente ha traído el 70 % que consumimos”, añadió Galán.
Asimismo, advirtió que existe la posibilidad de enfrentar dificultades con el suministro de energía en el mediano plazo.
“Actualmente, en Bogotá y su región hay 22 proyectos, que incluyen parques industriales y centros comerciales, cuya garantía de acceso a la energía está sujeta a condiciones. Esto significa que se les proveerá energía una vez concluyan sus obras, siempre y cuando las redes de distribución necesarias estén listas; de lo contrario, no será posible suministrarles electricidad”.
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El fantasma del apagón en Bogotá
Sobre la energía, advirtió que Bogotá podría enfrentar problemas en 2026 si no se terminan las redes de transmisión que llevan en construcción desde 2013 y 2015.
Señaló además que: “Bogotá y la región tienen una capacidad instalada de más o menos 3.500 megavatios; la demanda hoy es de 3.100 megavatios, entonces hay un margen de 400. Eso, según los técnicos, es muy poco; el margen debería ser mucho mayor, por lo menos de 1.000 megavatios”.
¿Sin gas en Colombia y en el país?
El mandatario también se refirió al problema del gas, calificándolo como «un asunto no solo nacional, sino casi internacional». Subrayó que «para finales de este año tendremos que importar más gas».
Destacó la importancia de asegurar que la energía generada en proyectos como Colectora, en La Guajira, llegue a Bogotá. «Colectora podría producir más del 10 % de la energía limpia de Colombia, tanto eólica como solar».
En este sentido, explicó que Bogotá solo cuenta con una red de transmisión de energía, la llamada Primavera-Bacatá, mientras que otras regiones como Antioquia disponen de dos o tres redes.
Insistió en la necesidad de que el Gobierno Nacional acelere la construcción de estas infraestructuras, no solo para evitar posibles racionamientos de energía en Bogotá, sino también para avanzar en la transición energética. «Si no lo hacemos, estaríamos engañándonos, porque seguimos dependiendo de una termoeléctrica que funciona con carbón», concluyó.
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