En Caldas, el Holding agroindustrial Greenland, el cual tiene tres líneas de negocios en Colombia, decidió explorar en la exportación del aguacate Hass con su empresa Wakate, como una marca sostenible.
Desde 2019 la empresa se enfocó en recuperar la tierra que era destinada a la ganadería mediante la siembra de árboles nativos, cuidado de la fauna y del agua con zonas de recarga hídrica en Caldas.
Pero, Wakate siempre tuvo presente su responsabilidad social ya que sabía que al llegar a un nuevo departamento colombiano habría retos con la comunidad y por ello, con la Fundación Greenland, recorrieron diversas veredas.
El propósito en ese año era darse a conocer, transmitir un parte de tranquilidad ya que no iban a seguir dañando el suelo sino a hacer lo opuesto, recuperarlo con la reforestación y mediante el cultivo de aguacate impulsar la economía del departamento.
Sin embargo, la fundación también se encargó de escuchar las necesidades de cada líder de Junta de Acción Comunal de las veredas aledañas a la sede de Wakate para tomar medidas y solucionar sus problemas sociales, educativos, entre otros.
De ese modo, la empresa exportadora de aguacate Hass encaminó su labor social a tres rutas: la comunidad interna (trabajadores y familiares), comunidad vecina (población que reside en las zonas de afluencia) y la comunidad estratégica (gente que vive fuera de las zonas de afluencia).
Dichas rutas cubren los siguientes servicios:
- Formación
- Salud
- Deportes
- Vivienda
En formación, personas de la fundación se dirigen a diversos colegios de la comunidad aledaña a Neira y Aranzazu para brindarles conocimientos y actividades prácticas a los niños en: deportes, medio ambiente y salud.
En cuanto al medio ambiente, buscan que los niños estudiantes de colegios sean conscientes de los recursos que les brinda su entorno y por ello crearon las huertas escolares con guardianes ecológicos.
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En materia de salud, la Fundación Greenland hace brigadas en las veredas para atender a la población con médicos profesionales, revisar cómo están en diversas especializaciones como optometría, pediatría, etc.
Pero, también hacen el ‘Festival de la salud’ que consiste en un día en el cual los empleados y sus familiares pueden elegir entre una consulta a medicina general, higiene oral, pediatría u optometría, con lo que esperan beneficiar a 900 personas.
En conversación con Valora Analitik, Alejandra Rivera Gómez, coordinadora de la Fundación Greenland en Caldas dio a conocer cómo esta entidad ayuda a la comunidad de diversas maneras.
¿Cómo hicieron para que la comunidad se diera cuenta de que realmente su intención era ayudarlos?
Lo más importante es visibilizar a la comunidad como un par para manejar relaciones de horizontalidad y no porque venimos de una fundación o una empresa manejar una relación jerárquica, porque lo más importante en lo social es no perder de vista que la comunicación y confianza nos permiten construir o tejer esos vínculos.
También creo que es clave la transparencia, llegar a un territorio que no es propio y presentarse a los vecinos fue nuestro rol inicialmente, poder dar a conocer una compañía que tiene una preocupación por lo social y por lo ambiental que no solo piensa en el bienestar del negocio, sino de la población.
Reconocernos ambos como actores de un territorio, que conocieran cuál era el cultivo que estaba llegando a la región y toda la oferta de la fundación en últimas fue lo que permitió construir colectivamente este plan que se viene ejecutando hace tres años.
No solamente les interesa cumplir con una responsabilidad social ¿Cómo lograron ir más allá con la comunidad?
La inversión social puede tener una destinación muy amplia, pero la preocupación por crecer juntos es lo que hace que más allá de formular un proyecto que dé respuesta a unas metas, se piense en realmente cómo contribuye al desarrollo de un niño, adolescente, una mujer que son los beneficiarios de los proyectos.
Si bien debemos tener cifras porque tenemos un presupuesto y metas, es poder contribuir desde proyectos que realmente aporten a mejorar la calidad de vida de la zona rural y disminuir las brechas entre el campo y la ciudad.
¿Por qué nació la idea de ustedes ir a las veredas y no solo invitar a las personas a la planta?
Es importantísimo para nosotros trabajar en colectivo, no desde el escritorio porque no habría otra forma de conocer cómo viven, conociendo los líderes, cuáles son sus necesidades y cómo nos conocemos.
Pese al estado de las vías quisimos llegar y conocer, empezando por las Juntas de Acción Comunal que son actores clave para poder trabajar y también con la comunidad educativa, esa fue la puerta de entrada para establecer una relación sólida con las personas.
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¿De cuánto es la inversión social desde que llegaron a Caldas?
De 2019 a la fecha se han destinado $60.000 millones aproximadamente, de los cuales cada año, en promedio, se invierten $520 millones para la gestión social en Caldas, teniendo en cuenta que el negocio agrícola está apenas arrancando.
Todo ha sido inversión porque las cosechas de aguacate aún no han iniciado entonces esa es nuestra carta de presentación de las apuestas sociales por contribuir al territorio de Caldas.
¿Qué planes tiene la Fundación Greenland para 2024?
Esperamos consolidar mucho más los proyectos que tenemos ya que son de mediano plazo, si bien llegamos a instituciones educativas con proyectos lúdicos y formativos con temáticas que no se ahondan tanto en las clases magistrales, son contenidos que se visibilizarán con el pasar de los años.
Los niños ya hablan con propiedad de la fauna, saben que coger un pájaro para el cautiverio está mal y podría traer serias consecuencias, identifican los animales del departamento, emprenden labores de reciclaje y todo eso es muy lindo de ver.