El Fondo Monetario Internacional (FMI) actualizó sus perspectivas sobre el crecimiento económico mundial, dando cuenta de un escenario más pesimista para 2023 por la evidente ralentización de la actividad económica, una inflación que sigue disparada, pero también por un alza de tasas de interés generalizada.
De acuerdo con el FMI, el PIB mundial va a crecer 3,2 % a cierre de 2022, una expectativa que no cambia respecto a las del organismo multilateral dadas a conocer a mediados de año.
Sin embargo, para 2023, el FMI recortó sus perspectivas de crecimiento mundial: será del 2,7 % y no del 2,9 % que se había dado a conocer en el informe de junio de 2022.
De acuerdo con el organismo, hay otros riesgos que pueden sumir cada vez más el crecimiento económico mundial, como son más inflación, mayores aumentos en las tasas de interés y un comercio internacional resentido ante la caída de la actividad productiva.
Otras expectativas del FMI para el PIB mundial
De hecho, en un escenario más pesimista, el mundo podría ver un crecimiento del orden del 1 % de cara al próximo año, según el FMI.
Las perspectivas desde el FMI no son las mejores y habla de fuertes escenarios de recesión para economías importantes. El punto está en que, dice el FMI, se va a sentir mayor el golpe de la caída de la actividad económica en algunas naciones con menores oportunidades sobre el mercado laboral.
Con esto de base, el organismo multilateral espera entonces que el PIB de Estados Unidos crezca 1,6 % en 2022 y 1 % el año entrante. Para 2022 la meta cae en 0,7 % frente a la expectativa de mitad de año, la de 2023 se mantiene.
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Mientras que la zona euro repuntaría 3,1 %, lo que es 0,5 % más frente a la anterior previsión, al tiempo que en 2023 se espera un crecimiento del 0,5 % y no del 1,2 % anterior.
Finalmente, del lado de Reino Unido hubo una mejora del pronóstico desde el 3,2 % al 3,6 %, pero en 2023 se es más pesimista, previendo un crecimiento del 0,3 % y no del 0,5 %.