La más reciente versión del World Economic Outlook del Fondo Monetario Internacional (FMI) anticipa que el crecimiento económico será menor al esperado hace unos meses en todo el mundo por cuenta de la guerra comercial.
Según el FMI, los anuncios del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en relación con nuevos aranceles a sus socios comerciales, dejó de ser tomado con calma por los mercados en algún punto y se vieron caídas históricas en los principales índices bursátiles y picos en los rendimientos de los bonos.
De esta forma, la economía mundial ya no lograría un crecimiento del 3,3 % este año, como se anticipó en enero, sino que se expandiría un 2,8 % para luego subir al 3 % en 2026.
Aunque hubo revisiones a la baja en casi todos los países por “las nuevas medidas comerciales y sus efectos indirectos”, los mayores cambios para este año vendrían de las proyecciones para Estados Unidos (pasó del 2,3 % al 1,8 %), los países emergentes asiáticos (del 5,1 % al 4,5 %) y México (del 1,5 % al -0,3 %), por mencionar algunos.
Para Colombia, aunque en la versión de enero el World Economic Outlook hablaba de un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 3 %, ahora se cree que será de solo un 2,4 %. Del mismo modo, en 2026 la variación ya no sería del 2,9 % sino del 2,6 %.
“La rápida escalada de las tensiones comerciales ha generado niveles extremadamente altos de ambigüedad en las políticas, lo que hace más difícil de lo habitual establecer una perspectiva central de crecimiento mundial”, señala el documento.
El FMI asegura que la incertidumbre política y comercial pondrán a prueba la resiliencia mundial en medio de una coyuntura crítica para la economía después de haber reportado crecimientos en torno al 3 %.
El organismo destacó que durante gran parte de 2024 “surgieron signos de estabilización, después de un período prolongado y desafiante de shocks sin precedentes”, como la reducción de la inflación, el incremento de la producción y la normalización de las tasas de desempleo.
Sin embargo, el organismo ya venía alertando un contexto de enfriamiento del impulso económico con el crecimiento del PIB del cuarto trimestre de 2024 por debajo de sus previsiones y datos recientes sobre la actividad real que calificó como decepcionantes.
Además, de acuerdo con el informe, los indicadores de alta frecuencia, como las ventas minoristas y las encuestas a gerentes de compras, apuntan a una desaceleración del crecimiento. Así mismo, en países como EE. UU. los consumidores, las empresas y los inversores han cambiado su postura a una más pesimista.
“En los mercados laborales, la contratación se ha desacelerado en muchos países y los despidos han aumentado. Mientras tanto, el progreso en la desinflación se ha estancado en su mayor parte, y la inflación ha aumentado en algunos casos, con un número cada vez mayor de países que superan sus objetivos de inflación”, señala el documento.
Fuente: FMI.
El caso de Estados Unidos y China
Según el World Economic Outlook, la economía estadounidense operaba por encima de su potencial en 2024 en gran medida gracias a la fuerte demanda interna. Ese año, el consumo privado creció a una tasa anual del 2,8 %, superando su promedio de 2000 a 2019 (2,4 %).
Sin embargo, el organismo ve que en 2025 han surgido signos de una posible reversión porque el gasto de los consumidores disminuyó un 0,6 % en enero y se mantuvo moderado en febrero tras expandirse un 0,6 % en diciembre de 2024.
“Es probable que la disminución refleje una normalización del consumo privado hacia niveles más sostenibles y el impacto negativo de los cambios recurrentes de política en la confianza económica. Esto indica un deterioro de la posición cíclica de la economía estadounidense”, concluyó el FMI.
En China, por su parte, la debilidad prolongada en el sector inmobiliario y sus ramificaciones, incluidas las de las finanzas de los gobiernos locales, ha deprimido la demanda interna, de acuerdo con el informe, a pesar de los esfuerzos de las autoridades para abordar el exceso de oferta.
De hecho, la confianza de los consumidores en China, después de una década de acercarse a la del resto del mundo, se desplomó a principios de 2022 y no se ha recuperado. Además, la actividad de la construcción y el sector inmobiliario sigue siendo moderada, aunque la industria, el comercio y el transporte han sido sólidos.
“El aumento de las tensiones comerciales y los nuevos aranceles en los últimos años también han afectado de manera desproporcionada a la economía china”, dijo el FMI.
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