El Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó una renovación del acuerdo de la Línea de Crédito Flexible (LCF) con México, aunque con una reducción del monto solicitado por el país norteamericano, que ahora contará con una garantía de US$50.000 millones.
Las autoridades mexicanas señalaron que los recursos se guardarán como una garantía ante posibles emergencias, lo que significa que de momento no pedirá el desembolso de los US$50.000 millones.
Además, México indicó que continuará con la reducción del monto de su LCF a la mitad del periodo previsto, es decir en 2022.
Esta no es la primera vez que el país pide reducir los recursos garantizados por el FMI. En 2017 se le habían otorgado US$86.000 millones, que en 2018 pasaron a US$74.000 millones y en 2019 a US$61.000 millones.
El primer subdirector gerente y presidente interino del Directorio Ejecutivo del FMI, Geoffrey Okamoto, señaló que “la economía mexicana está recuperándose de la recesión más profunda que ha sufrido en décadas, impulsada por el sólido crecimiento en Estados Unidos y el aumento de las tasas de vacunación”.
Así mismo, destacó su “estabilidad externa, financiera y fiscal, a pesar de los desafíos relacionados con la pandemia. Las políticas macroeconómicas y los marcos institucionales de políticas siguen siendo muy sólidos, incluidos un régimen de tipo de cambio flexible, un marco creíble de metas de inflación, una ley de responsabilidad fiscal y un sector financiero bien regulado”.
Pero también advirtió que, ante la recuperación por la pandemia y la volatilidad internacional, la economía mexicana enfrenta riesgos que pueden cubrirse con la LCF.
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