La calificadora de riesgo Fitch Ratings afirmó la calificación de incumplimiento de emisor (IDR) en moneda extranjera (FC) de largo plazo (LT) de Perú en ‘BBB’.
Entre tanto, revisó la perspectiva de la calificación de las IDR a largo plazo a negativa desde estable.
De acuerdo con lo explicado por la calificadora, la perspectiva pasó a negativa debido al deterioro en la “estabilidad política y la efectividad del gobierno” de Perú, que ha aumentado “los riesgos a la baja” para sus calificaciones.
“Fitch espera que el debilitamiento de las instituciones de gobierno político de Perú sea difícil de revertir durante el período de pronóstico de Fitch hasta fines de 2024 y que un gobierno más débil plantee mayores riesgos a la baja para la inversión y el crecimiento económico que la expectativa de Fitch a principios de este año”, explicó la firma.
Del mismo modo, Fitch Ratings señaló que cree que, de mantenerse debilitadas las perspectivas económicas y de inversión de Perú durante 2023 y 2024 como lo prevé la calificadora, “podrían socavar la trayectoria macro y fiscal del soberano en relación con sus pares ‘BBB’”.
En lo que respecta a la confirmación de las calificaciones ‘BBB’, Fitch explicó que obedeció que estas están respaldadas por su deuda pública moderada, su posición acreedora externa neta y su historial de políticas macroeconómicas y marcos fiscales sólidos.
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“Las restricciones de calificación incluyen una gobernanza, un ingreso per cápita y unos indicadores sociales más bajos que la mediana ‘BBB’, una alta dependencia de las exportaciones de productos básicos y una baja base de ingresos del gobierno”, indicó la calificadora.
Turbulencia política
Fitch Ratings hace énfasis en que Perú ha estado pasando por un tumulto político, generado por la alta rotación del gabinete y dos intentos fallidos de juicio político contra el presidente peruano, Pedro Castillo.
“Múltiples investigaciones de corrupción que involucran directamente al presidente o afiliados cercanos, así como la frecuente rotación de cargos ministeriales, han socavado la eficacia del gobierno”, indicó Fitch.
Asimismo, señaló que la inversión privada ha caído, “se ha materializado un pasivo fiscal y la implementación de políticas se ha desacelerado como resultado de la volatilidad política”.
“Aunque los legisladores de la oposición bloquearon las propuestas más radicales del ejecutivo, incluida una nueva redacción de la constitución, los dos poderes quedaron atrapados en un punto muerto incómodo”, añadió.
Atendiendo a lo anterior, la calificadora de riesgo dijo que no espera que la parálisis política resultante “termine durante el período de pronóstico de Fitch”.
“La clasificación promedio de Perú en los Indicadores de Gobernanza Mundial (WGI) se deterioró al percentil 41 (muy por debajo de la mediana ‘BBB’ en el percentil 58) en la encuesta de 2021 publicada en septiembre de 2022 desde el percentil 45 anterior”, precisó Fitch Ratings.
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En esta nueva revisión, Fitch revisó su pronóstico de crecimiento del PIB real para 2022 a la baja del 2,5 % al 2,3 % para Perú.
Entre tanto, la calificadora prevé que el déficit del gobierno general/PIB se reduzca al 1,9 % en 2022 desde el 2,5 % en 2021.