Aunque Fitch Ratings prevé recuperaciones fiscales en 2025, un nuevo informe deja ver una tendencia a una desaceleración generalizada en América Latina que será determinante en las valoraciones que haga la agencia calificadora.
La firma concluyó en su análisis que los países soberanos de América Latina enfrentarán desafíos fiscales continuos este año, luego de un amplio deslizamiento fiscal en 2024, “con notables descensos en Chile, Perú, Costa Rica, Panamá y Colombia”.
Aunque se espera un repunte en los ingresos vinculados a las materias primas, Fitch señaló que persisten riesgos de gasto e ingresos, donde los gastos son la principal fuente de desafíos. Estas presiones impulsaron los déficits por encima de los niveles de 2019 el año pasado y seguirán influyendo en las calificaciones soberanas, con posibles rebajas o mejoras en función del rendimiento fiscal.
De hecho, según la firma, la situación fiscal empeoró en 2024 para la mayoría de los soberanos latinoamericanos y, en la mayoría de los casos, en una magnitud mayor de la prevista, especialmente en Panamá y Colombia. “Las finanzas públicas siguen siendo el principal desafío crediticio para los soberanos latinoamericanos”, señala el informe.
Perspectiva de Fitch por países de América Latina
En Brasil, por ejemplo, el endurecimiento de la política monetaria elevará significativamente los costos de los intereses y el déficit, aunque es posible que otras medidas fiscales logren mantener estable el saldo primario.
Producto de este panorama, la calificadora espera que la relación deuda/Producto Interno Bruto (PIB) aumente en las principales economías, debido a la debilidad de las posiciones fiscales y al estancamiento del crecimiento, particularmente en México, mientas que el nivel se mantendría estable en Centroamérica y Perú por una situación fiscal más sólida y un crecimiento sostenido.
Pero no en todos los países se vio esta dinámica. Argentina y Ecuador lograron una importante consolidación fiscal, de acuerdo con Fitch, mientras que Guatemala y Nicaragua mantuvieron sólidas posiciones fiscales.
“En los lugares donde los balances fiscales se mantuvieron estables o mejoraron, esto se debió a menudo a factores extraordinarios, lo que indica desafíos subyacentes”, detalló la agencia.