Colombia alcanzó su objetivo de déficit del gobierno central de 2018 de 3.1% del PIB, pero cumplir con la meta de 2.4% de este año requerirán ajustes fiscales adicionales, aseguró hoy Fitch Ratings en un informe.
La dilución de un proyecto de ley de reforma fiscal clave ha reducido las proyecciones de ingresos originales, haciendo que los recortes de gastos sean necesarios para cumplir con el objetivo del gobierno, dijo el documento firmado por el analista de calificaciones soberanas Richard Francis.
La propuesta de reforma fiscal es una parte clave de los esfuerzos del nuevo gobierno hacia la consolidación fiscal a largo plazo.
La reforma inicial incluyó reducir la tasa del impuesto a las ganancias corporativas, aumentar los impuestos a las ganancias personales y ampliar la base del impuesto al valor agregado (IVA).
Se esperaba que la proyección de ingresos de la reforma original de 2019 fuera equivalente al 1,4% del PIB, según el gobierno.
En medio de la oposición legislativa, el gobierno eliminó o modificó muchos de los elementos de la reforma, en particular el plan para extender el IVA a los alimentos básicos.
Como tal, se estima que la reforma final arrojará aproximadamente la mitad de la propuesta original a $7.1 billones, o el 0.7% del PIB.
El objetivo de déficit de 2.4% para 2019 es el objetivo de ajuste más grande requerido por la Regla Fiscal del país desde su implementación en 2012.
El Consejo Fiscal revisó las metas de la consolidación fiscal en mayo pasado, extendiendo el objetivo de déficit del 1% del PIB a 2027 a partir de 2022.
El ajuste combinado con el cambio en la reforma tributaria significa que los recortes de gastos son necesarios para cumplir con el objetivo, advirtió Fitch.
El gobierno ha propuesto congelar el gasto y reducir los subsidios. Lo más probable, dijo, es que se requieran recortes en el gasto de capital para cumplir con el objetivo dado que los gastos actuales de Colombia son altamente inflexibles.
“Si bien Fitch cree que la meta de 2019 es alcanzable, cada vez más dudamos de que Colombia pueda alcanzar su meta de 2020 de 2.2% del PIB sin medidas adicionales”, aseguró el analista.
Se espera que los recortes de impuestos corporativos reduzcan los ingresos del gobierno en un 0,8% del PIB en 2020.
Llamó la atención sobre que la pérdida de ingresos será muy difícil de compensar solo con la administración tributaria y los esfuerzos contra la evasión.
“Más recortes de gastos serán aún más difíciles dada la naturaleza inflexible del gasto, el ajuste que ya se esperaba en el lado del gasto de capital en 2019 y las nuevas presiones de gasto de los flujos migratorios de Venezuela”, añadió.
El ministro de Hacienda ha pedido al Consejo Fiscal que se haga cargo de los costos de la crisis venezolana (que estima que representan el 0,5% del PIB) en sus deliberaciones sobre los parámetros y objetivos de la regla fiscal que deben presentarse en mayo de 2019.
Otros riesgos también podrían plantear desafíos para alcanzar la meta fiscal. Si bien no es su escenario base, las reducciones sostenidas y mayores en el precio del petróleo pesarán sobre los ingresos, incluso si la producción aumenta, estima Fitch. El gobierno está estudiando la venta de activos públicos y la introducción de coberturas petroleras para mitigar estos riesgos.
“Nuestra suposición de que la deuda bruta del gobierno general se mantendrá estable en torno al 41% del PIB en 2018, cerca de la mediana de la categoría de calificación ‘BBB’, supone un ajuste fiscal continuo. Mientras que el 41% está cerca de la mediana de la categoría de calificación ‘BBB’, es casi un 10% más alto del PIB que cuando Colombia se actualizó a ‘BBB’ desde ‘BBB-‘
en 2013. Se necesitaría un ajuste fiscal de alrededor del 1% del PIB para comenzar a reducir la carga de la deuda de Colombia”, cita el informe.
El largo historial del gobierno de políticas macroeconómicas prudentes y consistentes es una fortaleza de calificación significativa.
Estos incluyen su banco central independiente, que tiene un marco de metas de inflación creíble y ha mantenido un tipo de cambio flexible, así como su capacidad demostrada para administrar con prudencia entidades del sector público como Ecopetrol. La regla fiscal, dijo, también es un ancla importante, aunque numerosos cambios en los objetivos fiscales (incluso de acuerdo con la regla) podrían afectar la credibilidad del gobierno.
A pesar de estos desafíos, la agencia considera que Colombia debería beneficiarse de una convergencia constante hacia su potencial de crecimiento a mediano plazo de 3.5% en 2019-2020.
“Prevemos que el crecimiento del PIB real se acelerará aún más al 3,3% y al 3,5% en 2019 y 2020, respectivamente. Sin embargo, Fitch cree que los riesgos para el crecimiento son a la baja”, concluyó.