La Dirección de Investigaciones Económicas de Bancolombia presentó su más reciente reporte sobre el impacto que podría tener el Fenómeno de La Niña para el segundo semestre de 2024 en el agro colombiano.
El informe concluyó que en las regiones Pacífica y Andina, que tienen un sistema de precipitaciones bimodal (dos épocas de lluvia), podría observarse una mayor vulnerabilidad en los departamentos que enfrenten un aumento de las precipitaciones por encima de un 10 % en comparación con el promedio histórico.
Y es que, si bien en muchas regiones en el segundo semestre suele darse un periodo de mucha agua, en otras ocurre el fenómeno contrario: de sequía. Es por esto que el análisis se basó en una revisión histórica (1991-2020) de las precipitaciones por departamento, y se proyectaron los niveles de lluvias entre septiembre y diciembre de este año con base en el reporte del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam).
De acuerdo con el NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration), a partir del trimestre (sept-nov), hay una probabilidad del 71 % de que comiencen condiciones de La Niña, que podrían extenderse hasta el primer trimestre de 2025, con una probabilidad del 63 %, alcanzando su madurez entre noviembre y enero de 2025 (83 %).
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Sin embargo, Bancolombia expone que el modelo del IRI (International Research Insititute For Clima And Sociedad) sugiere que La Niña podría ser débil y solo presentarse en dos trimestres consecutivos, generando incertidumbre en las predicciones de precipitación y temperatura para Colombia a finales de 2024 e inicios de 2025.
El impacto del Fenómeno de La Niña en el centro del país y el Pacífico colombiano
Como se mencionó anteriormente, se prevé que las regiones Andina y Pacífica sean las que tengan las mayores afectaciones por el Fenómeno de La Niña para el segundo semestre de 2024.
Por un lado, región Andina tiene un sistema pluvial bimodal. Los meses de abril-mayo y octubre-noviembre son los de mayores lluvias y concentran el 45 % de la precipitación anual.
Se espera, basados en las proyecciones, que septiembre sea un mes de déficit en todos los departamentos de la región, pero que las precipitaciones aumenten significativamente a partir de octubre con respecto al promedio histórico entre 1991 y 2020.
En esta región sobresale el cultivo de café, que en años anteriores ha sido afectado por aumentos en precipitaciones. Los departamentos del Huila, Antioquia y Tolima representan el 61 % del área cultivada en la región con 147.000 ha, 111.000 ha y 106.000 ha, respectivamente.
“Durante octubre a diciembre se espera la cosecha principal de café en esta región, y de septiembre a octubre suele darse la floración para la cosecha de la mitaca para el próximo año, siendo esta etapa muy susceptible a días lluviosos y fotoperiodos más cortos”, se lee en el documento.
Entre tanto, para el caso del Pacífico, mayo, octubre y noviembre son los meses más lluviosos en la región, con el 35 % de las precipitaciones de todo el año.
Durante el último cuatrimestre de 2024, se proyecta que la región experimente un superávit de lluvias, especialmente Chocó y Cauca, comparado con el promedio histórico de 1991-2020.
“El Valle del Cauca y el Cauca concentran toda el área sembrada en caña de azúcar, que es sensible de afectarse por aumento en las precipitaciones, con 214.000 ha y 46.000 ha, respectivamente”, asegura la Dirección de Investigaciones Económicas.
Comportamiento en las demás regiones
Según el análisis de la Dirección de Investigaciones Económicas de Bancolombia en la Orinoquía, Amazonía y Caribe el impacto de las precipitaciones podría ser mixto.
Estas regiones tienen un régimen de lluvias monomodal (una sola época lluviosa), y se caracterizan por una época seca que suele ir entre julio y abril para Orinoquía y Amazonía, y entre noviembre y abril para Caribe.
“Precipitaciones por encima del promedio histórico podrían ser positivas al mitigar los efectos de la sequía, pero una disminución en las lluvias durante el último trimestre, adicional a este periodo seco, podría tener un impacto bastante negativo”, afirmó el reporte.
De esas regiones mencionadas, siete departamentos podrían afrontar un déficit de precipitaciones frente al promedio histórico: Meta, Vichada, Vaupés, Guainía, Casanare, Guaviare y Arauca, donde se estima un poco más de un millón de hectáreas cultivadas.
El 84 % del área cultivada está concentrada en palma de aceite (286.000 ha -hectáreas), arroz secano mecanizado (277.000 ha), plátano para consumo interno (98.000 ha), soya (84.000 ha), maíz amarillo tecnificado (52.000 ha), arroz de riego (48.000 ha) y cacao (48.000 ha).
En contraste, en reporte sugiere que 19 departamentos a nivel nacional podrían enfrentar un escenario de superávit de lluvias frente al promedio histórico, aquellos en donde el aumento de lluvias proyectado es de más del 10 % por encima del promedio histórico.
En estos departamentos hay sembradas, aproximadamente, 3,4 millones de hectáreas, donde el 59 % corresponde a café (654.000 ha), plátano consumo interno (289.000 ha), palma de aceite (271.000 ha), caña de azúcar (267.000 ha), caña panelera (224.000 ha), arroz de riego (202.000 ha), maíz amarillo tradicional (180.000 ha) y yuca para consumo interno (180.000 ha).
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