La Reserva Federal de Estados Unidos (EE. UU.) decidió bajar las tasas de interés 25 puntos básicos (pb) para el mes de diciembre, dejándola en un rango objetivo de entre 4,25 % y 4,5 %.
Es importante recordar que en noviembre la reducción también fue de 25 pb -la segunda del año-, la cual quedó establecida entre 4,50 % y 4,75 %.
La última decisión del año tomada por el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC), quien fija las tasas del banco central, estuvo acorde con las estimaciones de los analistas, a pesar de que la inflación aún no ha llegado a la meta trazada por la entidad (2 %).
Apenas la semana pasada se dio a conocer que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) para el mes noviembre subió a 2,7 % en su tasa anualizada, mientras que el alza mensual fue de 0,3 %.
Si bien la tasa anual ha bajado sustancialmente desde su máximo de 40 años a mediados de 2022, se ha mantenido estancada en el rango del 2,5 % al 3 % durante gran parte de 2024.
Por lo anterior, se espera que el Departamento de Comercio informe el viernes que el índice de precios de los gastos de consumo personal, el indicador de inflación preferido por la FED, haya subido en noviembre a 2,5 %, o 2,9 % en la lectura básica que excluye alimentos y energía.
La Reserva Federal ya ha recortado los tipos de interés en 75 puntos básicos desde septiembre. Sin embargo, en el contexto actual existen preocupaciones sobre una posible reactivación de la inflación con los planes del presidente electo Donald Trump de aumentar los aranceles sobre las importaciones a varios países.
Al respecto, tanto el presidente de la FED, Jerome Powell, como sus pares en la entidad no se han referido en detalle al tema, argumentando que por ahora se habla de incertidumbre e intenciones, más que de hechos concretos.
Así avanzan las decisiones de política monetaria en el mundo
A la par de la FED, el Banco Central Europeo (BCE) decidió, hace apenas unos días, rebajar sus tasas de interés en 25 puntos básicos, hasta el 3 %.
El indicador se había mantenido en 4 % desde septiembre de 2023, hecho que cambió en junio de este año, cuando se presentó el primer recorte del actual ciclo de flexibilización.
La decisión se produjo en un contexto en el que la inflación general estaba muy cercana al objetivo del 2 % del BCE.
En contraste, en la mañana de este miércoles Reino Unido presentó su dato de inflación para el décimo primer mes del año, que aumentó hasta 2,6 %, desde el 2,4 % de octubre, lo que llevó a los mercados a descontar cualquier posibilidad de un recorte de tasas de interés durante la última reunión del año del Banco de Inglaterra que se celebrará este jueves.
Y es que, si el Banco de Inglaterra mantiene la política monetaria sin cambios en diciembre, terminará el año con sólo dos recortes de su tasa clave, que pasará del 5,25 % al 4,75 %.
Tal como sucede en Estados Unidos, expertos advierten también que la trayectoria del Banco Central Europeo para los recortes de tasas en 2025 dependerá del impacto de las políticas del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, en la economía global y en el crecimiento de la zona euro.