Las fallas en las operaciones aéreas que presentó la aerolínea Avianca durante la primera semana de agosto y que afectaron a miles de pasajeros no solo fueron originadas por los daños en el software que planificaba el trabajo de las tripulaciones. A ellas se sumaron otros factores claves como la falta de pilotos y de aviones, así como fenómenos climáticos.
Sobre este último punto, el presidente de Avianca, Hernán Rincón, explicó El País de Cali que la temporada invernal se prolongó más de lo previsto y eso trajo consigo cierre de algunos aeropuertos, pero también una mayor migración de aves que se asentó en una reserva ecológica cerca de la pista del aeropuerto El Dorado.
“Esos pájaros impactaron a varios de nuestros aviones y cuando eso ocurre es necesario hacerles una inspección, razón por la cual se quedaron en tierra”, explicó el ejecutivo.
Lo cierto es que los problemas de la aerolínea afectaron a alrededor de 15.000 pasajeros por los retrasos, las cancelaciones y las reprogramaciones de vuelos.
Incluso, muchos de ellos opinaron que no se justifica que una aerolínea de tanta trayectoria presente ese tipo de fallas. “Avianca hace con los pasajeros lo que le da la gana”, se escuchó en pasillos y conversaciones entre los mismos viajeros.
En diálogo con ese medio, Rincón se refirió a lo sucedido y habló de las nuevas operaciones de la empresa en el corto plazo.
¿Qué responde usted a las afirmaciones de miles de usuarios que dicen que Avianca los maltrata y hace lo que le da la gana con los clientes?
Que nada puede estar más lejano a la verdad. La prioridad es atender bien y oportunamente a los clientes y hemos hecho sacrificios e inversiones gigantescas para lograrlo, pero no es cierto que maltratemos o hagamos lo que nos da la gana con los clientes.
Voy a mencionarle los factores que en los últimos días afectaron la operación.
Antes déjeme decir que a pesar de que el 90% de las cancelaciones de vuelos se registraron durante los primeros días de agosto los pasajeros pudieron volar el mismo día, una hora o dos horas más tarde. Solo hubo un pequeño número de pasajeros que tuvo que quedarse a dormir en Bogotá.
¿Cuáles fueron los problemas?
El primero fue el invierno. Fue tres semanas más largo de lo normal y eso ocasionó no solo el cierre de aeropuertos, sino que los rayos impactaron en los aviones mucho más de lo normal.
En segundo lugar, el cambio del clima tuvo un impacto en los patrones de migración de las aves y pájaros, especialmente en Bogotá. La pista de El Dorado queda al lado de una reserva ecológica, que fue muy visitada por las aves. Entonces hemos tenido este año un impacto doble de pájaros en los aviones. Cuando un rayo o un pájaro impacta un avión se hace necesaria una inspección rigurosa y en algunos casos consultar con Boeing o con Airbus y hacer reparaciones calificadas, esto puede durar una hora o cuatro. Esto nos ha afectado mucho.
En tercer lugar, los aviones 787 que tienen motores ‘rolls royce’ fueron sometidos a inspecciones y trabajos que no estaban programados y que han tomado tiempo.
¿Cuántos aviones no volaron?
Tenemos 12 aviones y todos han sido inspeccionados y reparados y algunos de ellos han tenido que ir hasta la fábrica. Dejamos en tierra hasta cuatro aviones y por eso no hemos tenido suficientes aeronaves para volar. Eso explica, por ejemplo, que el vuelo Cali – Madrid no esté operando todavía en el avión 787 sino en uno que hemos subcontratado con la compañía Wamos (de España), que a mucha gente no le gusta y eso lo entendemos.
A partir del 1 de septiembre volveremos a operar los 787 porque ese proceso de inspecciones y revisiones está culminando.
Otro problema se presentó en los nuevos aviones A320Neo y 321Neo, de última tecnología y que tienen otro tipo de motores. Reportaron otras circunstancias que también nos obligó a hacerles inspecciones y reparaciones preventivas.
Hemos tenido hasta 4 aviones de esos en tierra, pero a partir de esta semana comenzarán a volar todos de nuevo.
Otro aspecto tiene que ver con la huelga de los pilotos, pues todavía hay algunas consecuencias, no tenemos todos los pilotos que teníamos hace un año y estamos un poco cortos de tripulaciones. Consideramos que esto se normalizará en unas ocho semanas.
A todo ello se suma que utilizamos un sistema nuevo, un software que permite la información y planificación de las tripulaciones y auxiliares.
Resulta que el primer día que utilizamos el software hubo una falla al momento de cargar la información, lo que nos provocó un problema terrible que generó cancelaciones de vuelos entre el 1 y el 6 de agosto.
Ya han pasado diez días… ¿los problemas ya se solucionaron?
Ahora las cosas están mucho más normalizadas, pero tomamos dos medidas. Trajimos dos aviones de nuestra red internacional para que en vez de cuatro tengamos seis aviones de soporte de la operación.
De igual manera, trajimos doce tripulaciones más. La combinación de esa medidas, más los reacomodos anticipados que hemos hecho nos permitirán normalizar la operación de Avianca de aquí al 27 de octubre.
¿Y mientras tanto seguirán los problemas para los usuarios?
No, entre ahora y el 26 de octubre seguiremos con la planeación que estamos manejando con las ayudas que le acabo de mencionar, es decir, los aviones y las tripulaciones extras.
Lo que regirá a partir del 27 será la nueva operación que estamos diseñando.
Otra de las quejas de los usuarios tiene que ver con las tarifas, dicen que son exageradamente altas.
Las tarifas las impone el mercado, no las pone Avianca. Mire, tengo a un grupo de personas que mira las tarifas de nuestra competencia. Las de Latam para ir a Miami y las de American para ir a Nueva York, entre otras.
Ese grupo observa qué tarifas funcionan y cuáles se definen en el mercado. Lo que ha pasado es que habido un crecimiento muy alto de la demanda y hemos duplicado y hasta triplicado el número de pasajeros.
Hace diez años Colombia volaba a 30 destinos internacionales, hoy volamos a 60 y en algunos destinos se ha triplicado. La oferta no ha podido crecer tan rápido en aeropuertos, en aviones y en aerolíneas.
¿Si hubiera más competencia aérea en el mercado colombiano los usuarios no se habrían visto afectados?
Sí claro, pero le quiero comentar que a Colombia pueden venir todas las aerolíneas que quieran, es más los grupos económicos pueden crear empresas, lo que pasa es que conformar una aerolínea es difícil. Mire, un avión vale alrededor de US$100 millones y Avianca tiene 200 aviones, no creo que se encuentren muchos inversionistas que estén dispuestos a comprar aviones y venir al país.
Ahora, no es fácil operar en el mercado colombiano. Tiene una geografía difícil y ya hay muchas aerolíneas prestando servicios.
(Tomado de El País de Cali)