Una explosión en el aeropuerto de Kabul, capital de Afganistán, dejó decenas de personas fallecidas y una cifra desconocida de heridos, de acuerdo con el reporte que entregó el régimen talibán.
Por su parte, el Pentágono de Estados Unidos confirmó el suceso y apuntó que hay un “número indeterminado de víctimas”, producto de un ataque al complejo aeroportuario. (Ver más de Internacional).
La agencia de noticias Al Jazeera, que tiene una importante presencia en esa zona de Medio Oriente, indicó que el número de víctimas mortales por el suceso asciende a las 50 personas.
SI bien en la información preliminar se detalló que se había presentado una detonación, posteriormente, el portavoz del Pentágono, John Kirby, afirmó que hubo “al menos otra explosión en inmediaciones del Hotel Baron”, que queda cerca al aeropuerto.
En ese lugar se estarían albergando soldados extranjeros y trabajadores de la coalición que ha tenido presencia en Afganistán durante las últimas dos décadas, en el marco de la llamada «guerra contra el terrorismo».
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Reportes de agencias de noticias hablan de un posible ataque suicida en la zona, en la que estaban militares de Estados Unidos, España, Rusia y otros países que tienen tropas en ese país de Medio Oriente.
La explosión en el aeropuerto de Afganistán sucedió en una de las entradas a la terminal, en la puerta Abbey, a cinco días de que culmine el retiro de las tropas de Estados Unidos de ese país.
El Departamento de Defensa de Reino Unido afirmó que «nuestra principal preocupación sigue siendo la seguridad de nuestro personal, los ciudadanos británicos y los ciudadanos de Afganistán. Estamos en estrecho contacto con Estados Unidos y otros aliados de la OTAN a nivel operativo sobre la respuesta inmediata a este incidente».
Los soldados británicos, estadounidenses y de la OTAN recibieron la orden de retirarse de la zona por riesgos para su seguridad. El agravamiento de la situación en Kabul se produce cinco días antes de que se cumpla la fecha límite para la evacuación de las tropas de la coalición, que se concreta el próximo martes 31 de agosto.
Afganistán pasa por una nueva fase de crisis, después de que el régimen talibán tomara el poder el pasado 15 de agosto, aprovechando los espacios que dejaron los soldados extranjeros en las operaciones de retirada del país.
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