Intergremial del Atlántico exige al Gobierno Petro aprovechar recursos del Caribe para superar la crisis energética

El gremio pidió poner en marcha acciones para recuperar la independencia y la seguridad energética de Colombia y superar la crisis energética.

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El Comité Intergremial del Atlántico hizo un llamado al Gobierno del presidente de Colombia, Gustavo Petro, para que ponga en marcha una serie de acciones que le permitan al país recuperar la independencia y la seguridad energética de manera que haya disponible a precios competitivos, con un suministro estable y confiable, y así superar la crisis energética.

Al respecto, el presidente ejecutivo del Comité Intergremial del Atlántico, Efraín Cepeda Tarud, aseguró que: “para la región Caribe recuperar la independencia y la soberanía energética del país es un asunto prioritario porque no podemos seguir viviendo en la ironía absurda de sufrir desde hace décadas una permanente crisis del sistema de energía”.

Para ello es clave, según Cepeda, tener en cuenta:

  1. Un portafolio costa afuera con un potencial total de de 75 Tera pies cúbicos, medido en volúmenes brutos en caso de éxito
     
  2. El 54 % de la capacidad térmica del país, con disponibilidad para generar aproximadamente 27.000 GWh-año, que representan el 33 % de la demanda nacional de 2024

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  3. Abundantes recursos energéticos renovables derivados de la radiación solar más alta y un régimen de vientos costa adentro y costa afuera con las mejores velocidades en La Guajira, y en zonas cercanas a Cartagena, Barranquilla y Santa Marta
     
  4. Reservas para 52 años de carbón térmico con un alto poder calorífico ideal para ser utilizado en la industria y en la generación de calor, vapor y electricidad

“El buen aprovechamiento de ese potencial debe convertir al Caribe en el HUB energético del país, garantizar el autoabastecimiento y ser eje fundamental de la transformación económica y de generación de riqueza social en esta región”, señaló el líder gremial.

Para este convertir en realidad ese potencial implica lograr que la energía sea más barata, más abundante y accesible, bajo criterios de sostenibilidad ambiental.

“Y para lograrlo no hay que intervenir el mercado o cambiar las fórmulas tarifarias como pretende el Gobierno, sino producir más electrones y más moléculas de gas”, precisó.

Para lograr lo anterior, es clave, en línea con las proyecciones del Comité Intergremial del Atlántico, es urgente alcanzar tres objetivos:

  1. Cambiar la política actual que limita la exploración y por ende la explotación, y entender que no se trata de transitar de unas fuentes de generación a otras, sino de construir un portafolio energético ordenado con múltiples fuentes viables que se complementen.
     
  2. Ampliar el parque de generación y valorar debidamente la energía térmica que le da flexibilidad y firmeza al sistema frente a los efectos del cambio climático y los periodos de sequía marcados por el fenómeno de El Niño que ponen en situación crítica a las hidráulicas.
     
  3. Fortalecer la infraestructura de transmisión, porque de nada sirve producir más energía si no se puede transportar a donde se necesita.

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“Lograr esos objetivos exige que el Gobierno nacional tenga la voluntad política de facilitar las condiciones para que los proyectos puedan desarrollarse y de enviar señales claras a los inversionistas mediante una seguridad jurídica basada en reglas estables que generen confianza; apoyo efectivo del Estado en trámites de consulta previa con las comunidades; y agilidad en los procesos de licenciamiento ambiental”, manifestó Cepeda.

Para el gremio, con el fin de aumentar la producción de gas nacional el Gobierno Nacional debe y puede aplicar decisiones regulatorias y establecer incentivos para la inversión que permitan superar problemas técnicos en diferentes pozos localizados en áreas continentales, y realizar pequeñas obras de infraestructura.

“Depender del gas importado para atender a la industria, el transporte y el sector residencial es aumentar el sometimiento a la volatilidad de los precios internacionales, los cuellos de botella en la cadena de suministro, los conflictos geopolíticos, las presiones en la demanda mundial y las reducciones en los inventarios de productores internacionales”, subrayó la organización.