Un nuevo informe de Morgan Stanley sobre Colombia indica que, a pesar de las métricas fiscales más débiles, la dinámica de la deuda sigue siendo manejable.
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Las proyecciones fiscales del país hasta el 2021 no parecen tener un impacto significativo en la dinámica de la deuda, dijo.
De hecho, los estrategas de la firma creen que los movimientos de divisas suelen tener un impacto más significativo en los indicadores de sostenibilidad de la deuda que los ajustes leves en previsiones fiscales.
Dicho esto, parece claro que las presiones para poner la agenda de reformas aún no son suficientes dado el amplio espectro político y Colombia podría salir adelante en los próximos años sin emprender más reformas estructurales.
Sin embargo, dado que la hoja de ruta hacia la diversificación requiere liberar recursos públicos para la inversión en infraestructura, el banco ve la necesidad de reformas estructurales son mucho más acuciantes.
Agregó que la ausencia de más reformas estructurales también, eventualmente, podría llevar a una rebaja de la calificación soberana, lo que a su vez podría impactar la moneda del país si las inversiones de cartera disminuyen.
Con los inversores extranjeros teniendo alrededor del 27% de los bonos en moneda local, cualquier posible salida repentina podría tener un impacto negativo significativo en la moneda local, dijo la firma.
La sostenibilidad de la deuda no está en peligro por ahora, agregó, aunque no descarta cambios en la Regla Fiscal para abordar la migración desde Venezuela.
Recientemente, funcionarios del Gobierno han estado sugiriendo que los inmigrantes de Venezuela pueden costar a las arcas fiscales de Colombia hasta el 0,5% del PIB.
“Creemos que este es un tema de discusión cuando el comité de Regla Fiscal de expertos independientes se reúne a fines del primer trimestre o a comienzos del segundo”, señala el documento.
El banco de inversión considera que el comité puede terminar ajustando los objetivos fiscales teniendo en cuenta este gasto adicional, haciendo que esos posibles nuevos objetivos se acerquen más a sus nuevas proyecciones.
Destacó que “si bien estos ajustes serían una mala señal, creemos que los observadores de Colombia deberían centrarse menos en la Regla Fiscal y más en la consolidación fiscal real y en los indicadores de sostenibilidad de la deuda, lo que puede ser lo que, en última instancia, es importante para las agencias de calificación”.
La firma cree que la agenda de la reforma se moverá hacia atrás por ahora, ya que la reforma fiscal diluida aprobada a fines del año pasado parece haber debilitado el capital político del gobierno.
Si bien revisó ligeramente sus objetivos fiscales, los estrategas no prevén un gran impacto en la dinámica de la deuda.
Como resultado, no ve riesgos a corto plazo en la situación crediticia del país, pero le preocupan el mediano y largo plazo.
Desde su punto de vista, Colombia necesita implementar reformas estructurales para diversificar su economía lejos del petróleo y el carbón, con la inversión en infraestructura que juega un papel clave en la creación de nuevos grupos de crecimiento.
“Creemos que una reforma fiscal integral y una revisión del sistema de pensiones son los elementos clave de una agenda de reforma dirigida a fortalecer la disciplina fiscal y a liberar recursos para la inversión en infraestructura”, concluyó.[/content_control][login_widget]